Análisis a Fondo
* ¿Quién mató a Javier Valdez?
* ¿Un Narcoasesino o un político?
Por Francisco GÓMEZ MAZA
Para Arcano Radio
De qué sirven los pésames, señores Enrique Peña Nieto, señor
Raúl González. Lo ideal sería que, como ocurre con un influyentazo agredido,
encontraran y pescarán ipso facto a los asesinos materiales e intelectuales de
los siete periodistas que han sido ejecutados entre el primero de enero y el 15
de mayo de 2017. Una verdadera temporada de caza de periodistas. Y ni quien los
proteja porque ustedes están más preocupados en sus negocios personales.
Pero pareciera que como autoridades son totalmente
indolentes ante el sufrimiento de los familiares y el dolor, la preocupación y
el miedo de los integrantes del gremio periodístico. Ante tal desinterés por
dar con los asesinos, pareciera que están ustedes de acuerdo en la operación
limpieza de periodistas incómodos, en la eliminación de periodistas, verdaderos
periodistas, que trabajan para desazolvar las cañerías de este país que se
convirtió en nido de alimañas.
Quienes son los asesinos. Pueden ser sicarios de la llamada
delincuencia organizada, comerciantes de drogas, o pueden ser sicarios de
miembros de la clase política coludidos con los barones del crimen, del
narcotráfico, del robo de gasolina. Sin averiguaciones de la Procuraduría
General de la República, yo podría pensar, creer que los asesinos están en la estructura
gubernamental. Por qué no. Si en ella se han encontrado los criminales más
desalmados y eso que sólo se les ha buscado por encimita. También pueden ser
esbirros de los barones de las drogas. Pero mientras el ministerio público no
encuentre a los asesinos de todos los periodistas ejecutados, uno puede pensar
lo que se le ocurra, o no pensar y quedarse mascullando el dolor y el miedo,
dolor por los ejecutados y miedo de ser el siguiente ejecutado. Y ante la
desinformación la mente piensa, imagina lo que quiere. Como que es la loca de
la casa como la llamó Tomás de Aquino.
Y qué tanto vale la pena morir por dedicar la vida
profesional a investigar las actividades de los hombres malos. Obviamente que
uno tiene que trabajar, y duro, para destapar las cloacas de esta sociedad que
se ha vuelto un estercolero en donde cientos de asesinos abandonan cientos de
cadáveres con los que glotonamente alimentan su odio. México, sinónimo de
violencia, de ejecuciones extrajudiciales, de desapariciones forzadas, de secuestros,
de práctica de la tortura, de asesinatos sin deberla ni temerla (daños
colaterales). Y el gobierno pareciera que no hace nada. Que no le interesa. Que
le vale madres lo que pasa en esta tierra del diablo y la santa muerte. Y los
asesinos andan tan campantes esperando la orden para eliminar al siguiente
periodista. De verdad, pareciera que lo hacen con la bendición de las
autoridades gubernamentales. A muchos políticos no les conviene la presencia de
verdaderos periodistas, de esos que no venden la información por unos cuantos
miles. Y los que no se pliegan pues, como decía el chino, o coopellas o coello…
Por ejemplo. Qué y a quién estaría investigando el colega
Javier Valdez, en Culiacán, que decidió mandarlo ejecutar. ¿Usted cree que los
barones de la droga están muy preocupados por lo que diga o deje de decir un
periodista sobre ellos? Les tiene sin cuidado. Pero un político corrupto,
asesino, sí que se preocupa porque, ante las investigaciones del periodista, su
carrera política peligra. Quién iba a creer que Javier Duarte de Ochoa, el
amigo de Peña Nieto, es un gran bandido, ladrón, y un criminal de esta
naturaleza no se tienta el alma ante nada. Hasta está dispuesto a matar.
Mi teoría es que los malos políticos, los políticos
corruptos, son más peligrosos que los barones de las drogas y ahora los
ladrones de gasolina. Estos lo que quieren es hacer negocios con las drogas y
con la gasolina. Qué van a pensar en estar matando periodistas. Los
periodistas, y lo que digan, les tiene sin cuidado. No estoy diciendo que no
haya, o pudiera haber, narcotraficantes interesados en eliminar periodistas.
Ojalá que la Procuraduría General de la República esté
haciendo un buen trabajo. No como los que nos tiene acostumbrados. Sin verdades
históricas como la de Jesús Murillo Karam. Sino muy bien fundamentadas. Y no
sólo buscar en las guaridas de los hampones de El Chapo, de El Licenciado, del
Mini Licenciado, de cualquier jefe de plaza. También buscar en los rincones
ocultos de la política. Desgraciadamente, como lo comenté recientemente,
estamos en manos del crimen, del llamado organizado, del de cuello blanco, del
de corbata, del de laptop, del de helicóptero, de que anda con chofer armado.
Quién ha matado a tantos periodistas. Necesitamos saber.
Porque cuando nos maten, ya para qué.
@AFDiario
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