De la Mesa de Redacción Rafael Castilleja
De Arcano Político
Se conmemora este domingo 21 de mayo, el Día Mundial de la
Diversidad Cultural para el Diálogo y el Desarrollo, instituido por resolución
57/249 de la Asamblea General de la ONU diciembre de 2002, al reconocer que tres
cuartas partes de los mayores conflictos tienen una dimensión cultural.
Superar la división entre las culturas es urgente y
necesario para la paz, la estabilidad y el desarrollo. La cultura, en su rica
diversidad, posee un valor intrínseco tanto para el desarrollo como para la
cohesión social y la paz.
El intercambio equitativo, así como el diálogo entre las
civilizaciones, culturas y pueblos, basados en la mutua comprensión y respeto y
en la igual dignidad de las culturas, son la condición sine qua non para la
construcción de la cohesión social, de la reconciliación entre los pueblos y de
la paz entre las naciones.
Esta acción se inscribe en el marco global establecido por
la ONU de una Alianza de civilizaciones Disponible en inglés. Concretamente, se
trata de privilegiar, en el marco de ese diálogo intercultural, que incluye el
diálogo interreligioso, todo un conjunto de prácticas adecuadas que favorecen
el pluralismo cultural a los niveles local, nacional y regional, además de
iniciativas regionales o subregionales destinadas a desalentar todas las
manifestaciones de extremismo y de fanatismo y a resaltar los valores y
principios que conducen al acercamiento.
Diálogo interreligioso
El objetivo principal de este programa, que representa un
aspecto esencial del diálogo intercultural, es fomentar el diálogo entre las
diferentes religiones y tradiciones espirituales en un mundo en el que los
conflictos intra e interreligiosos se intensifican, debido a la ignorancia o el
desconocimiento de las tradiciones espirituales y de la cultura propia del otro.
El objetivo inicial de la UNESCO fue congregar a las
diferentes religiones y tradiciones espirituales con miras al reconocimiento de
la proximidad de sus valores espirituales y de su compromiso con el diálogo
interreligioso por medio de Declaraciones formales, aprobadas en encuentros
organizados por la UNESCO.
En efecto, la Organización se ha esforzado siempre por
reunir tanto a personalidades religiosas eminentes pertenecientes a las
religiones monoteístas y a las tradiciones espirituales del mundo como a
intelectuales laicos reconocidos por sus reflexiones e investigaciones sobre el
hecho religioso (historiadores, especialistas en historia de las religiones,
antropólogos, sociólogos, filósofos, etc.), mediante reuniones temáticas e
investigaciones interdisciplinarias que tienen por objetivo principal la
enseñanza de este diálogo, con el apoyo de la red de Cátedras UNESCO.
Cultura y desarrollo
Situar la cultura en el núcleo del desarrollo constituye una
inversión esencial en el porvenir del mundo y la condición del éxito de una
globalización bien entendida que tome en consideración los principios de la
diversidad cultural.
El desarrollo como tal es inseparable de la cultura. El reto
consiste en convencer a los políticos responsables de las decisiones y a los
actores sociales locales de que integren los principios de la diversidad
cultural y los valores del pluralismo cultural en el conjunto de las políticas,
mecanismos y prácticas públicas, especialmente gracias a la colaboración del
sector público/sector privado.
El objetivo es, por un lado, de incorporar la cultura en
todas las políticas de desarrollo, ya conciernan a la educación, las ciencias,
la comunicación, la salud, el medio ambiente o el turismo, y por otro lado, de
sostener el desarrollo del sector cultural mediante industrias creativas: así,
a la vez que contribuye a la reducción de la pobreza, la cultura constituye un
instrumento de cohesión social.
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