Por Beatriz BARRAL y Carla GARCÍA
Periodistas de nuestra asociada RNU
Un grupo de niños en la escuela
Bahadoub 2 de Timbuktú, Mali.
©UNICEF/PFPG2013P-0035
/Harandane Dicko
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La ayuda a la educación en 2016 fue de 12.000 millones de
dólares, un 4% menos que en 2010. Sin embargo, en el mismo periodo, la ayuda
total al desarrollo aumentó un 24%.
Según el Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo
elaborado por la UNESCO, esos fondos son insuficientes para alcanzar el
Objetivo de Desarrollo Sostenible 4, que busca la educación primaria y
secundaria universal para 2030.
Irina Bokova, directora general de la UNESCO, advirtió que
para alcanzar esa meta haría falta multiplicar la ayuda al menos por seis y
destinarla a los países que más la necesitan.
"Sin embargo, observamos que los donantes en el ámbito
de la educación están desviando su atención de los países más pobres",
apuntó.
Estados Unidos y el Reino Unido siguen siendo los dos
mayores donantes a la educación básica, aunque en el periodo 2014-2015
redujeron su asignación en un 11% y un 9%, respectivamente.
En cambio, Noruega y Alemania incrementaron su aportación un
50% y un 34%, respectivamente.
El estudio destaca, además, que la ayuda no se está
distribuyendo en función de las necesidades. Por ejemplo, África Subsahariana,
donde vive la mitad de los niños sin escolarizar del mundo, recibe actualmente
menos de la mitad de la ayuda a la educación básica que recibía en 2002.
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