De la Mesa de Redacción Rafael Castilleja
De Arcano Político
Afecta a Latinoamérica la economía moral de Andrés Manuel
López Obrador, la perspectiva de crecimiento para 2020 del Fondo Monetario
Internacional con sede en Washington y que oculta el gobierno mexicano. Recortó
las perspectivas de crecimiento de México en 2020-21, entre otras razones por
la continua debilidad de la inversión.
Por ello, en América Latina se proyecta que el crecimiento
se recupere de un 0,1% estimado en 2019 a 1,6% en 2020 y 2,3% en 2021 (0,2 y
0,1 puntos porcentuales menos que lo señalado respectivamente en el informe WEO
de octubre).
Las revisiones se deben a un recorte de las perspectivas de
crecimiento de México en 2020-21, entre otras razones por la continua debilidad
de la inversión, y a una importante revisión a la baja del pronóstico de
crecimiento para Chile, que se ha visto afectado por la tensión social.
Estas revisiones están en parte compensadas por una revisión
al alza del pronóstico de 2020 para Brasil, gracias a una mejora de la actitud
tras la aprobación de la reforma de las pensiones y la disipación de las
perturbaciones de la oferta en el sector minero.
Se mencionó que en el tercer trimestre de 2019, el
crecimiento en las diferentes economías de mercados emergentes (entre ellas
India, México y Sudáfrica) fue más lento de lo previsto en el informe WEO de
octubre, en gran parte debido a shocks específicos en los países, que frenaron
la demanda interna.
En el grupo de las economías avanzadas la desaceleración fue
generalizada, tal como se preveía (sobre todo debido a la moderación del
crecimiento en Estados Unidos tras varios trimestres en que el desempeño fue
superior a la tendencia).
A pesar de la continua creación de empleo (en ciertos casos
en un entorno en que las tasas de desempleo ya estaban en mínimos históricos),
la inflación subyacente de los precios al consumidor siguió siendo leve en las
economías avanzadas. Se suavizó aún más en la mayoría de las economías de
mercados emergentes en medio de una actividad más moderada.
El debilitamiento de la demanda redujo los precios de los
metales y de la energía, lo cual puso coto al nivel general de inflación.
La trayectoria del crecimiento mundial denota un descenso
marcado seguido de un retorno a niveles más próximos a las normas históricas
para un grupo de economías de mercados emergentes y en desarrollo de desempeño
deficiente y que soportan tensiones (incluidas Brasil, India, México, Rusia y
Turquía).
El perfil de crecimiento también depende de que las
economías de mercados emergentes relativamente saludables mantengan su
desempeño sólido aun cuando las economías avanzadas y China continúan
desacelerándose gradualmente hacia sus tasas de crecimiento potencial.
Se espera que los efectos de la sustancial distensión
monetaria en las economías avanzadas y de mercados emergentes en 2019 continúen
propagándose en la economía mundial en 2020.
Sin este estímulo monetario, la estimación de crecimiento
mundial para 2019 y la proyección para 2020 habrían sido 0,5 puntos
porcentuales más bajas en cada año. Se proyecta que la recuperación mundial
vaya acompañada de un repunte del crecimiento del comercio (aunque más modesto
que el pronosticado en octubre), gracias a una recuperación de la demanda y la
inversión internas en particular, así como a la disipación de ciertos lastres
temporales en los sectores automotor y de tecnología.
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