Arcano Literario
Mario Luis Altuzar Suárez
-… a los machos les asusta una mujer inteligente”, observa la
mujer de raíces otomíes que, ante el anuncio de aspirar a la presidencia,
recibe el ataque burlón del nieto de un indocumentado español y, por ello,
sentirse superior desde su gobernanza a base de mentiras para sembrar el odio
violento y protegerse con cinco ejércitos: Militares, Guardia Nacional, sicarios
del narco, brigadas urbanas y propagandistas digitales, en una sociedad
sorprendida por la perversa manipulación mediática e incrédula de tanta maldad
y saqueo.
Desigual ofensiva presidencial contra la política
sexagenaria forjada en la dureza de la generación del esfuerzo en que pagó sus
estudios universitarios con un humilde trabajo de telefonista hasta constituir en
1992 su próspera empresa de proyectos de alta tecnología y ocho años después,
ingresar al servicio público con el objetivo de terminar con quinientos años de
olvido, marginación y discriminación de los quince millones de los sobrevivientes
59 pueblos indígenas mexicanos.
Escuchar la narrativa descalificadora de las aspiraciones de
una mujer, le hace ver como misógino, de una orgullosa descendiente de la
Cultura Otomitl con cerca de 33 mil años de historia, además, le muestra como
discriminador ecocida, y al burlarse de sus derechos humanos políticos, se perfila
como un dictador que se siente la encarnación de a Ley y se autoproclama como
la única e individual manifestación del “pueblo bueno y sabio”.
Aunque se apropia del feminismo sumiso a los dictados del
que se siente de sangre ibera, y difama y excluye a los movimientos que
evidencian el aumento en su gestión de siete a diez y seis mujeres asesinadas
diariamente, la triste historia de sometimiento al nivel esclavizador, cínicamente
la recicla en su discurso sin escatimar ofensas que le reafirman en su machismo
inculcado por su madre con la doctrina de que la mujer nació para servirle.
En su arrogante ignorancia que no le exime del impacto de la
yucateca Rita Cetina Gutiérrez que a sus 24 años funda en 1870 la escuela
Siempre Viva, dirigir en 1877 el Instituto Literario para Niñas, colaboradora
de La Revista de Mérida; La Biblioteca de Señoritas; El Repertorio Pintoresco;
La Guirnalda; La Esperanza; El Recreo del Hogar. Por todo ello, considerada
como precursora del feminismo mexicano con su exponente representativa, la
capitalina avecindada en Comitán, Chiapas, Rosario Castellanos Figueroa, con
sus poemas desde 1948 y sus novelas desde 1957.
Una rebeldía revolucionaria con la poblana Carmen Serdán en
1910, literaria de Dolores Jiménez Muro, editora María Hernández Zarco, entre
muchas otras que obtienen su derecho a voto yucateco en 1922 con su primera
legisladora local Elvia Carrillo Puerto.
La batalla por la igualdad es global. Por ejemplo, en ese
1922, en la Plaza del Sol de Madrid, España, “un buen día a Federico [García
Lorca], a Dalí, a Margarita Manso, otra estudiante, y a mí se nos ocurrió
sacarnos el sombrero y al atravesar la Puerta del Sol nos apedrearon,
insultándonos, como si hubiéramos hecho un descubrimiento como Copérnico o
Galileo”, narraba a la televisión española la pintora surrealista Maruja Mallo que
fue bautizada como nacida como Ana María Gómez González.
¡Y nace el Movimiento Sin sombrero! En un principio,
integrado y reconocido por las integrantes del Movimiento del 27 que nace en
1880 con su mayor auge en 1910… y algunos hombres con una botella de Frangelico
entre pecho y espalda, se lo quisieron atribuir y lo único que lograron fue
perder, invisibilizar entre litros de tinta y muchos lápices y bolígrafos, ese
maravilloso y estratégico eslabón de la historia de la mitad del mundo que en
un principio, fueron creados para andar juntos en igualdad, uno al lado del
otro, ni uno atrás ni otro adelante.
¡Cuánta falta hace el espíritu curioso que desempolve las
huellas que parece, olvidamos! ¿O ya perdimos, por la edad, la capacidad de asombrarnos?
¡Recuperemos ese espíritu infantil de la curiosidad! Demos el lugar de honor a
quienes realmente lo merecen. ¿Verdad Carolina Corvillo Martín? A tus 35 años nos
recuerdas en un comic editado por Cyan Proyectos Editoriales en 2022 que “Ellas
iban sin sombrero” con las historias de las españolas: Las poetas Ernestina de
Champourcin y Josefina de la Torre, la bailarina Tórtola Valencia y la
escultora e ilustradora Marga Gil.
Disfrutando los tres mantecados en mi mesa, pienso que es necesario
concienciar la observación de Corvillo Martín: “El sinsombrerismo es una actitud
vital, un signo de rebeldía creativa consciente e intuitiva contra la
ignorancia y la represión, fantasmas que están presentes en todas las épocas y
que van adoptando las formas más inusitadas”. Necesario para el mundo en
general para México en lo particular, por avecinarse una batalla del que se
siente Conquistador contra la heredera de la Resistencia Indígena que busca la
Presidencia en 2024, para liberarnos de la miseria, el hambre y la muerte.
¡Me quito el sombrero! Llegada es la hora.
Tuxtla Gutiérrez,
Chiapas, México, 6 de julio de 2024.
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