Arcano Político
Por Mario Luis ALTUZAR SUÁREZ
Disfrutemos en el Hemisferio Norte, el Equinoccio de Otoño el martes 22 de septiembre de 2020 a las 13:31 horas UTC (7:31 del Centro de México) del latín aequinoctium (aequus nocte), "noche igual"). La estación termina el 21 de diciembre.
Es el momento mágico del calendario maya con el descenso de la serpiente emplumada desciende por la escalinata del el Templo de Kukulcán en Chichén Itzá (en maya: Boca-del-pozo (chichén) de los brujos-de-agua (Itzá)), a 646.4 kilómetros de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.
Los primeros asentamientos se dieron en la región de Guatemala. Posteriormente se desplazan hacia México, llevando a cabo la construcción de grandes ciudades en el periodo clásico (del 300 al 900 d.c), como Palenque, Calakmul, Dzibanché, Cobá, Chichén Itzá.
El conocimiento astronómico, lo desarrollaron los mayas por la observación y conocieron que todo en el cielo era cíclico, es decir que los diferentes movimientos de los planetas se repetían después de cada determinado tiempo; conocimiento que les sirvió para la construcción de sus 17 diferentes calendarios, como lo son el solar, lunar, la cuenta corta, la cuenta larga; así como el calendario de Venus.
Los mayas el evento de la creación ocurrió el 13 de agosto del 3114 a.c., cuando los dioses crearon las montañas, el cielo, los animales, las plantas y al hombre que los iba a adorar. En su cosmovisión, los mayas pensaban que el universo estaba divido en 3 niveles: El cielo con 13 estratos con 13 diferentes deidades, la tierra en forma plana, cuadrada y con 5 rumbos cósmicos, la cual descansaba sobre el lomo de un cocodrilo gigante y finalmente el inframundo con 9 niveles, gobernado por los señores de la noche.
Una de las deidades más importantes del mundo maya se hace presente en la fachada noroeste de la gran pirámide o castillo, con el descenso del gran Dios Kukulkán o serpiente emplumada; cuyo cuerpo se forma cuando los rayos del sol, al momento de ocultarse en el horizonte, atraviesan las 9 esquinas de la fachada noroeste, conectando con la cabeza de la serpiente que se encuentra en la base de la pirámide.
Para los antiguos mayas, el descenso de la serpiente tenía un importante significado, ya que cuando ellos veían al dios Kukulkán descender del cielo el 21 de marzo, sabían que era el momento indicado para sembrar maíz y el 21 de septiembre era el momento de la cosecha.
Para un observador en el ecuador
terrestre, el Sol alcanza el cenit (el punto más alto en el cielo con relación
al observador, que se encuentra justo sobre su cabeza, vale decir, a 90°). El
paralelo de declinación del Sol y el ecuador celeste entonces coinciden.
Ocurre dos veces por año: entre el 19 y el 21 de marzo y entre el 21 y el 24 de septiembre de cada año.
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