jueves, 7 de octubre de 2021

El Manual, Cuento

 Arcano literario


Por Mario Luis ALTUZAR SUÁREZ

…y el vendedor que tocó en mi puerta me ofreció un amuleto con la fórmula mágica de realizar mis sueños. ¡Desde las recónditos oquedades del inconsciente a la superficialidad del consciente! Sería posible, me dijo, con solamente pensarlo. Expandir la energía imperceptible que produce el bombeo rítmico del corazón. ¡Así de fácil!

Veía sobre el estigma de su mano derecha, un cuarzo dorado en forma de pirámide. Su mano izquierda flota muy cerca de la cúspide de la piedra preciosa. Es sencillo, señaló, que la energía corporal generada por el fluido sanguíneo y la electricidad del movimiento en el sistema nervioso, se oriente y decante en este objeto.

Pagué y se fue. Cerré la puerta y me fui frente al altar. Acomodé el objeto como se me dijo. Y para probar, pensé en un sueño pequeño y si daba resultado, pasaría a uno mayor. Pasaron los minutos. Pasaron horas. Y el sueño jamás se materializó. Mi frustración era enorme al ver que ni siquiera se veía esa luz como con el vendedor.

Llegó la hora de dormir y molesto me acosté. Al alcanzar el nivel delta, me observo en un sendero de terracería hasta llegar a una cueva oscura en donde se escucha el sonido de agua corriente. ¡Y de pronto se llena de luz blanca! Sin poder ubicar su origen en la profundidad terrena.

Algo o alguien, me empujan al centro del lugar con piso de tierra húmeda, y caigo acostado de espalda en una piedra circular. Alcanzo a percibir casi borrosas, cuatro esculturas en piedra volcánica de águilas en posición de cacería, como si fuesen a caer sobre mi cuerpo que está fuera de control y no responde a mis órdenes.

Una voz sonora llega a mis tímpanos adoloridos y su vibración se decodifica en mi cerebro aturdido: “¡Dudad amigo mío de lo que  no conozcáis por vos mismo! Te adoctrinaron al despojarte de la conexión de la Fuerza de la Fe, ese elemento intangible que se sostiene por la Seguridad del Conocimiento y la Confianza de la Experiencia”.

Me invade el miedo al ver el humo y olor a copal que penetra en la cueva, en mis pulmones, en ¡mi todo Ser! Y escucho: “¿Tenéis miedo? Más no es por lo desconocido que fluye en este Santuario. ¡Es el miedo a ti mismo! Tú eres tu adversario. Te nienes que vencer a ti mismo para crecer”.

Explica: “Te preguntas por qué no funcionó la pirámide y hay varias razones. Una es que dudaste al momento de pensar en intentar una prueba con un sueño pequeño. Otra, que el fluido de la sangre debe integrar esa fuerza olvidada que es el Amor Divino. Un tercero es que, la Fuerza del Pensamiento se concentre y no salte de un lado a otro”.

Añade: “Finalmente, la materialización del sueño lleva un proceso de proyección hacia afuera, como causa generadora orientada al efecto del entorno. Nada es de generación espontánea y requiere de disciplina en el trabajo sistemático del crecimiento y reconocimiento del Poder del Origen esotérico en su proyección exotérica”.

Y exclama: “¡Despierta!” Abro los ojos y el vendedor que tocó en mi puerta me ofreció un manual para usar el amuleto. Leí el título: El Kybalión o cómo entender las Leyes Universales. Cierto es que la ignorancia de las leyes no excusa su cumplimiento. Vamos con Albert Einstein: “si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”.

2 comentarios:

  1. El vendedor en éstos aciagos días, debería presentarse con dicho amuleto y realizar, todos aquellos hermosos sueños, qué nuestro subconciente quiere realizar, " encontrándonos con aborrecible pesadilla.
    Imposible alcanzar tus anhelos en ésta época de " transición " cuarta"

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  2. Agradecido con su gentileza y apoyo a nuestra actividad literaria. Fuerte abrazo.

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