Reencuentro Interdimensional (¡Feliz Día de Muertos!), Cuento

Arcano literario

Por Mario Luis ALTUZAR SUÁREZ

-“…se cierra el círculo! Llegada es la hora en que la serpiente se muerde la cola. Y sin remordimientos, recibamos aquí, en la Tierra, en la morada del Alma, ¡en nuestro corazón!, a los residentes de los trece cielos y nueve inframundos, con sus ruidos secos de los huesos y cráneos en la tetra dimensión que esconde la belleza de la vida”.

Flota la túnica morada con el movimiento del viento que responde al rítmico trisónico en los cuatro puntos cardinales, de los caracoles marinos: Uuuuuuuhhhhhuuu, Uuuuuuuhhhhhuuu , Uuuuuuuhhhhhuuu. El entunicado mueve frenéticamente la mano izquierda con el incensario que expande el exquisito olor a copal mientras la espada en la derecha corta en cruces el espacio.

Se hinca en ese claro selvático lacandón, y traza un círculo con el acero templado a sangre y fuego en tiempos inmemoriales, depositado de Poniente a Oriente. De una cubeta de agua aromatizada con extractos de treinta y tres flores, moja el ramo de yerbas eucalipto, romero, manzanilla, pericón, cáscaras de cítricos, hierba santa, pachulí, para rociar del centro a los cuatro puntos tridimensionales.

-“¡Abierto es el Canal Divino!”, exclama al levantarse y dirigirse al Sur poniente y desatar los manojos con su brillo naranja-amarillo del sagrado Cempasúchil, la Flor de Veinte Pétalos, la Flor de Vida, deshojada tierna y religiosamente para regarlas en dos líneas paralelas del centro circular, pasa por el panteón, hasta la casa del oficiante.

Formado un serpenteante sendero al corazón de la casa iluminada por las candelas y con fresco olor a caoba y cedro de los muebles y de las ramos de nueve rosas rojas con una blanca, de margaritas y lluvia, como celosos guardianes del altar engalanado con muchas fotografías de los esperados el uno y dos de noviembre.

Vajilla de barro curada con quince minutos sumergidas en el agua, secadas con paños limpios, frotadas con ajos pelados y con agua hervida. Ahora rebozan la calabaza y otros dulces con piloncillo, atol de maíz, varios guisados que se acompañarán de café, chocolate, leche, posh o bebidas espirituosas que degustaban en vida, los Recién Llegados.

Todo listo para la fiesta anual de la convivencia fraternal con los eternos, los que cambiaron su lugar de residencia y, el resto del año cohabitan imperceptibles en el corazón y pensamiento de los residentes efímeros en la tierra, porque ¡nunca se van! En la Gran Mente Universal fortalecen sus cordones de plata para sostener a la vida desde lo que muchos temen y conocen como ¡Muerte!

-“ Uk'ajo'on bienvenidos k puksi'ik'al! Tomad vuestro kúuchil ti' le cha'ano'. Ki'imak k'iin u pixan!” (¡Sed bienvenidos a nuestro corazón! Tomad vuestro lugar en la Fiesta. ¡Feliz Día de Muertos!”)