Sayón, Cuento

Arcano Literario

Por Mario Luis Altuzar Suárez

Encima de su cabeza pusieron

por escrito la causa de su condena:

“Este es Jesús, el Rey de los judíos”.

Mateo 27:37

-…Alá!, ¡qué no me vea! ¡Sálvame, Ala!”, clama en silencio desde la profundidad de su miedo, el pequeño de cinco años, al intentar ocultarse de dos soldados judíos. Un cuerpecito vibrante y se tapa la carita con las manos con el deseo de hacerse invisible como ovillo, en el frontispicio de esa casa de arena en la sinuosa calle sin pavimento de cualquier parte del territorio palestino en la franja de Gaza, ocupado al crear el Estado de Israel en 1948 y, al iniciar la Segunda Intifada en el dos mil al 2022, se cubren de “gloria” los valientes soldados hebreos por asesinar dos mil 200 “peligrosos” infantes menores de diez años.

Emergen las entrañas de la dramática realidad de la guerra sostenida por el atómico estado contra la resistencia palestina con la “normalización” de escenas dantescas: Soldados con sofisticado armamento que dispara a cuerpos inermes de niños hincados que claman perdón del infundio militar de llevar bombas cuando jugaban con piedras. Cifras de pasivos organizaciones internacionales desde 2008, muestran que Israel ha librado cuatro guerras en territorio palestino, en las que mató a casi cuatro mil personas, una cuarta parte de ellas niños.

¡Y los soldados en el paroxismo del Hades, lastiman al desierto y al cielo con sus estruendosas carcajadas al ver caer desmadejados los cuerpos de la inocencia de esa niña de tres años que alza la manita derecha para protegerse y servir de escudo protector a su hermanito de año y medio!

Repetición histórica. Como aquel momento vivido por Jesús en el pretorio en que es sentenciado a muerte, referido por Mateo en el 27: 24 – 25: “Viendo Pilato que nada adelantaba, sino que se hacía más alboroto, tomó agua y se lavó las manos delante del pueblo, diciendo: Inocente soy yo de la sangre de este justo; allá vosotros. Y respondiendo todo el pueblo, dijo: Su sangre sea sobre nosotros, y sobre nuestros hijos”.

¿Cambió en el Tercer Mileni? ¡No! Un prefecto romano en Judea, Pilatos, que cumple la ambición de poder judío en juicio ilegal y que finalmente, satisfacía la sed de sangre de los principales sacerdotes y los ancianos persuadieron a la multitud que pidiese a Barrabás, y que Jesús fuese muerto (Mateo 27:20). Una ONU que cumple el despojo en 1948 y se inicia el sistemático baño de sangre palestina. Imposible olvidar la masacre en los campos de refugiados de Sabra y Shatila, entre el 15 y 18 de septiembre de 1982​ en Beirut Oeste.

Y en este momento, el pequeño intenta hacerse invisible en el frontispicio de la casa, con sus manitas cubriéndole la cara. Los dos valientes soldados jóvenes con armas de alto poder sofisticado de un ejército considerado el primero en el mundo con arsenal atómico, ¡milagrosamente siguen de largo! Con la exhalación violenta del aire contenido tres minutos ¡tan eternos! Con la frase mental: “¡Gracias Alá, por la gracia de vivir otro día!” ¿Es el juego de la infancia palestina? Mientras celebran otra falsa tregua de los bombardeos israelitas.

Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, México, a 8 de septiembre de 2022