Arcano literario
Mario Luis Altuzar Suárez
…. brrrr, brrrr, que fría es la soledad
indigente. ¡Mortal de necesidad! Son tan pocos lo que sobreviven. Normal: Con
estos andrajos tan livianos, tan ligeros, tan raídos en cuyos hoyos penetra la
frialdad del clima, hasta los huesos cubiertos apenas por el fiambre de
músculos desparramados en cualquier banqueta de cualquier parte del mundo.
¡Calienta más una mentada de madre!
Esas menadas que proferimos en legítima defensa propia, ante
la agresiva y grosera actitud de los delincuentes que se hicieron del poder con
sus artilugios de engaño hipócrita para despojarnos de casas, dinero, empleo, y
arrojarnos al infierno congelante de la nueva normalidad: La indigencia limosnera,
en la antesala de la muerte. Víctimas del signo del tercer milenio, en donde
los sobrevivientes desean estar muertos sin encontrarla. Y se arrastran limosneando
un trago de agua y una migaja de pan.
¿Cómo fue que llegamos a este punto de inflexión? ¿Fueron
poderosas las palabras del engaño? ¿Fue paralizante el miedo al dolor de los
sicarios que, sin saberlo, son sus propios verdugos? ¡Tantas preguntas sin
respuestas! Al fin y al cabo, ya no me importan. Percibo mi cuerpo, el guiñapo
tirado en el piso. Lo veo desde este punto indoloro y lumínico. En donde los
sentimientos ni siquiera se recuerdan.
Todo por qué en ese pongoch de la caída de mi
materia, fue el pongoch en que azoté en el suelo de concreto para
recibir mi muerte. ¡Ahí les encargo el mundo! Lleno de terror apocalíptico.
Tuxtla Gutiérrez,
Chiapas, México, 2 de marzo de 2023.
No hay comentarios:
Publicar un comentario