jueves, 16 de marzo de 2023

Ramonas ©, Cuento

Arcano literario


Mario Luis Altuzar Suárez

Feliz Día Mundial de la Poesía

…y nos encontramos! Las seis nos pusimos de acuerdo. ¡Y nos sacudimos la tristeza de la rutina de esperar, simplemente esperar el último segundo! ¿Por qué? ¿Para qué? ¿Esperar resignadas y sin hacer nada? ¡Qué desperdicio de tiempo! Vinimos a vivir. La factura será la misma si usamos cada minuto o lo tiramos en la apática quietud.

Debíamos darles una respuesta severa y puntual a bisnietos, nietos, hijos, yernos, amigos y todos los familiares. ¡Y se la dimos! Tenemos razón. ¡Ya basta! ¿Cómo es eso de que ya no estás edad? ¿Qué debes cuidarte? Te hacen daños los sobresaltos. ¡Va! Y entre sus “recomendaciones”, esas que son por nuestro bien, ¡les dimos en la nariz!

¡Sí señor! ¡¿Cómo de que no?! Y les llamé por teléfono a las otras cinco chicas. Las muchachas sufrían del mismo mal, ese de “te lo digo por tu bien, porque quiero que nos dures mucho”. ¡Qué terrible enfermedad! ¡Fuera! ¡Fuera! ¡Fuera de aquí! Estos demonios no pueden tocarme ni hacerme daño. ¡Yo soy vida!

Y así, las seis muchachas fuimos al garaje y del baúl con herrajes oxidados, recuperamos nuestros “uniformes” que hacen la diferencia de un mortal cualquiera un inmoral en el Universo. Y nos vestimos, igual que en aquellos viejos tiempos… no tan viejos si parecen un parpadeo, un suspiro en el viento. Las medias elásticas, la falda de casimir gus Oxford, con saco de lino ligero bicolor, y la blusa de cuello redondo, nos hace, simplemente nos ¡hace Poderosas!

Cómo pelan tamaños ojotes nuestros familiares. Gritan que estamos locas. Y más se exaltan cuando sacaos los instrumentos para limpiarlos con religiosa inspiración. La batería recibe algo de mantenimiento, las tres Stratocaster vibran como si resucitaran con una aspiración rítmica de nuevas cuerdas que resuenan en los amplificadores. Mi voz, los instrumentos y la vestimenta marcaron el ¡regreso! ¿Qué? ¡No, hombre! No ese regreso mediático de los grupos desechables de una industria decadente.

Me refiero a un regreso ¡maravilloso! En ese garaje empezó a retumbar la vida rescatada de las oquedades seniles. Nada que ver con The Beatles ese 30 de enero de 1969. ¡Somos originales! ¡Irrepetibles! ¡Somos rock! En la sangre, los huesos, los músculos, ¡aspiramos aire y exhalamos rock ácido! ¿Viejitas? ¿Las canciones o nosotras? ¡Na! Nada es viejo, solamente se transforma y nos eleva como esa “Ocho millas de altura” para visualizar esas “Imágenes de Matchstick Men”.

¡Míralos! Están incrédulos de la elástica danza con su frenética respiración. ¡Ja! ¡¡Ja! ¡Ja! Están temerosos del Retorno de The Ramonas. Falso que sea el nombre de alguna de nosotras. Se refiere a las ramas grandotas de un árbol. ¿Por cuantos años estaremos en este retorno? Quien sabe. Pero es seguro que será más tiempo, lo que tengamos de vida, que esos regresos por días y cuando mucho, meses, de los comercialoides de grupos desechables.

¡Vida, agárrate que regresamos a vivirte hasta la última nota roquera!

Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, México, 16 de marzo de 2023

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