lunes, 3 de abril de 2023

Comunistas, Cuento

Arcano Literario

Mario Luis Altuzar Suárez

... aquel día de mucho viento que al cartero se le rompió la bolsa y las cartas volaron entrando por las ventanas de las casas, las infaustas y venturosas noticias parecían precipitarse a cualquier lugar, con cualquier destinatario en que se hiciera un tsunami que inundara amenazante con ahogar los secretos y mostrar las entrañas de dignidades al rebotar en los sentimientos encontrados en los residentes del vecindario.

Algunos piensan que se debe castigar al irresponsable cartero por haber permitido la exposición de las misivas desplazadas por el aire, otros lo toman como una bendición para finiquitar cualquier secreto de alguno o algunos miembros de la comunidad y se ejerciera el principio de absoluta igualdad, los más, veían un accidente fortuito por los vientos de noventa kilómetros por hora que obligaron al cuerpo de setenta kilos en su metro setenta y tres, levitar en ángulo de 90 grados, gracias a que encontró un poste del servicio telefónico que le permitieron asirse, abrazarse desesperadamente y evitar ser lanzado a alturas y distancias insospechadas en esa calle de 35 grados de ángulo.

Una vez pasado el terrible ventarrón que permite descubrirse entre los habitantes de un pueblo chico que se había cuidado de evitar convertirse en un infierno grande, los que exigían castigo al empleado postal argumentaban que desde hacía casi doscientos cincuenta años se había respetado la inviolabilidad del correo en el sistema de Estados Unidos. Los defensores del joven de veinticinco años, argumentaron que en México se había introducido una reforma legal unos setenta años atrás, muy distante de su vecino del norte.

Convertidos en jurado popular, los más ancianos sueltan un rosario de interrogantes: ¿El mensajero actúa intencionalmente? ¿Cómo establecer algo tan intangible como la intencionalidad? ¿Su acción obedecía a un autor intelectual, y de serlo, cuáles eran los objetivos? ¿Mostrar a los que, protegidos por el muro de secretos, se mostraban como en realidad eran y quedan al descubierto a lo que se había sospechado, qué parecían ser lo que no eran? ¿Y los exhibidos públicamente, bueno, por la lectura de las epístolas y que no eran tan general como se querían presentar, eran tan importantes que afectarían la historia de cada una de las familias con su desarrollo o apatía de estabilidad sin aspiraciones? El rosario se hace interminable…

El más viejo de la comunidad argumenta lo evidente: La Ley Natural que algunos podrían atribuir a una Divinidad, restauró al Derecho Natural de los Cuatro Elementos, al mostrarse en un instante fortuito, que es más fuerte y vigente que la Ley Escrita por los Hombres, y que, si bien es negada por la mayoría de los allí presentes, incluidos los asiduos feligreses a cualesquiera de las iglesias de los diez credos distintos, eso no impedía su cumplimiento como la misma Ley Universal o la Ley Física del Equilibrio de los Planetas o de la misma Ley de los Vacíos en la integración de la materia.

Y su mejor argumento: Son tan pocos los miembros de la colectividad iniciada por cinco familias cien años atrás, que el mayor secreto en alguno de los escritos, es inexistente por la cotidianeidad de la convivencia.

Se escucha un estruendo que sorprende a todos más, ya no existía el miedo, sino que era el sonido de la carcajada masiva al momento de tomarse de las manos y mirarse a los ojos llorosos por las risas. El disertador piensa mientras exoneran al joven cartero: “¡Y dicen que no existe el comunismo! Bueno, no como lo postula su doctrina artificial, sino la del Derecho Natural: Todos iguales en la diversidad, todos unidos en lo individual. Todos distintos, única y exclusivamente por el servicio que dan en la vida. Con amoroso respeto”.

Todos dicen desconocer de quien fue la idea, pero el impacto de la naturaleza y el cartero, ameritó crear una estatua de cuerpo entero del hombre que reencontró a todo un pueblo llamado Santiago Tangamandapio, por allá, en Michoacán, inspirador del guionista televisivo Roberto Gómez Bolaños.

 

Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, México, 3 de abril de 2023

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