Arcano literario
Mario
Luis Altuzar Suárez
…uffff! ¡Brrrr! ¡Qué frio tan intenso! Es muy duro este
invierno. Cala los huesos. ¡Y yo sin chimenea! Bueno, esta “residencia”
antiquísima de dos cuartos sin baño, son muy altas y los adobes, arcilla con
paja, con tantas oquedades por el sistema de vialidad de las ratas, se
convierte la pared en una coladera para que pase el viento. ¡Un frigorífico es
más caliente!
¡Ya basta! A dejar de quejarse. Es el “palacio” concesionado
en el Centro Histórico, por el Partido a la comunidad de creadores, los que
deben rendir culto a la personalidad del líder, el desagradecido que ofrece un
trato de indigentes rogadores de limosnas, incluso para comer por medio de esa
cartilla partidista con derecho a frijol, arroz y maíz para una comida diaria y
tostar alguna parte de la gramínea y visualizarlo como café. ¿Carne? La de
bovinos es de exportación y si lo atrapan con un bocado ¡la condena carcelaria
es de veinte años!
Por más que se frotan las manos, el calor sigue ausente.
¡Ah! Ya recuerdo que alguna ocasión vi la postal de 1990 “Hombre calentando
manos” del auto retratista holandés Teun Hocks, nacido en 1947, en donde el
pintor sentado frente a su lienzo de óleo, acomoda las manos para imaginar el
calor del fuego de la hoguera en una especie de horno, calienta el cuerpo y el
cuarto. Si no lo tienes ¡hazlo! Y si se carece de los materiales para hacerlo
¡imagínalo!
Como en los setenta, cuando nos preparábamos para la
Revolución: El cuarto vacío con un huacal o reja de verduras en el centro,
orgulloso con su mantel y la vajilla con copas y cubiertos para una comida de
cinco tiempos, un banco plegable, cubierto con franela, recibe la asentaderas
del cuerpo erguido con sus brazos extendidos que toman la servilleta que
acomodan en el cuello de la camisa. Se cogen los cubiertos y se dejan de lado
los utensilios usados ¡en la imaginación! Cosa fabulosa: ¡Se calma el dolor del
hambre en las entrañas!
Técnica de sobrevivencia a la salvaje economía del saqueo
con el sacrificio revolucionario de la población y el derroche de manjares en
el Amado Líder y sus cómplices, que hablan de los social-listos y sus programas
de prosperidad y abundancia… allí, en las zonas turísticas de los insignes
visitantes asombrados del “Milagro Mexicano” mientras en el mundo, la doctrina
mostró su entraña esclavizante el 9 de noviembre de 1989, con la caída del Muro
de Berlín.
Milagroso “Humanismo mexicano” con su “Economía Moral”
basados en datos al capricho del Todopoderoso de Palacio con su “Índice de
Felicidad” sustituto del PIB, en el nuevo “Sistema Democrático Plurinacional”
que libera de las Mafias del Poder Neoliberal porque, como decía el chiste de
la inteligencia cubana, de un hombre que interrumpe el discurso de prosperidad
de Fidel Castro, con el grito de ¡tengo hambre! Y después de diez intervalos,
el Comandante ordena que le lleven al gritón al que le hacen beber cerca de
sesenta litros de agua y, abrirle, después, el refrigerador lleno de las
mejores viandas de importación, ¡que ya no pudo degustar por haber llenado de
agua su abultado vientre! Y en una posición docta le dice al amoroso pueblo:
“Ya ven, el camarada no tenía hambre, estaba confundido ¡lo que tenía era sed!”
Y años después, en el Tercer Milenio, nuestra resignación temerosa del
narcoterrorismo.
Tuxtla Gutiérrez, Chis.,
México, 24 de enero de 2024.
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