jueves, 4 de enero de 2024

Premonición ©, Cuento

Arcano Literario


Mario Luis Altuzar Suárez

…para mi sorpresa, detrás del ruido y del polvo, quien salió de la chimenea no fue Papá Noel. ¡Normal! Ya había pasado el 24 de diciembre y era el 5 de enero. Y esperaba, precisamente, en el Día de Los Reyes Magos, al persa Melchor, el indio, aunque muchos prefieren hindú, Gaspar y el árabe Baltazar. Estaba seguro que corregirían el error navideño de haberme dejado sin regalo.

Grande fue mi sorpresa que emerge entre el polvo un hombre de un metro noventa y un centímetros con ochenta kilos de masa corporal, en la cabeza una gorra militar que después llevaría su nombre, de sus barcas y bigotes muestran sus labios que escupe con furia y en la mano derecha el grueso e inseparable habano prohibido a los cubanos. Vocifera: “¿Con qué derecho humillan a nuestros niños, lanzándoles caramelos al pavimento o al fango, según la puntería de los mamarrachos?” Y advierte: “nadie dude de que toda grosería, toda provocación, todo insulto tendrá adecuada respuesta”.

Atrás de la polvareda ese dos mil uno, corren tres hombres sacudiéndose las vestimentas para soportar calores y fríos desérticos, y no muy lejos, quiere alcanzarles otro de nombre Artabán, según supe minutos después. El encachuchado de uniforme de campaña verde olivo los mira iracundo: “¡Payasos! ¿Y se dicen magos? ¡Serán de pacotilla! ¿Cómo se atreven a dar limosna al futuro de la Patria, a distraer a nuestros niños de su compromiso con la defensa de la Revolución?”

Tenía sed de su sangre que se tranquilizaba e su pensamiento con el imaginario de ponerlos al frente del pelotón de fusilamiento… si estuviese el comandante Che, dado de baja en La Higuera, Bolivia, el 9 de octubre de mil novecientos sesenta y siete… ¡ese si era un hombre!... aunque en realidad, nada podía hacer por la inmunidad diplomática internacional, en que se emboza la embajada de España para disfrazarse Reyes Magos e ir por el Paseo del Prado, en La Habana Vieja, desfilar a la sede del Centro Cultural de España, en la misión de regalar dulces al celebrar el Día en que el Niño Jesús recibió incienso, oro y mirra, como Hijo del Hombre, ¡Hijo de Dios!

Un ruido de campanas decodificado en mis tímpanos a los vacíos neuronales, ordenan que abra los ojos. ¡Qué bruto, me quedé dormido por querer desentrañar el misterio del origen de los regalos navideños! ¡Cae de mi mano el libelo recién recibido, sobre el proyecto de Constitución de la República Pluricultural de los Pueblos Indígenas de México, para consumar el saqueo y esclavización de mexicanos, disfrazado de un cambio radical de régimen que busca despojar al Estado y su gobierno de todo aquello que, a juicio de Andrés Manuel López Obrador, posea vestigios neoliberales! Aunque en realidad, es un plagio de la Constitución de Cuba.

 

Vocabulario

Encachuchado: Que usa cachucha.

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