Arcano ecológico
Restaurar la naturaleza ayudará a
mitigar las crisis climática y de biodiversidad. CIFOR/Terry Sunderland
De la mesa de redacciónDe nuestra asociada RNU
A menos que los países cumplan con
el compromiso de restaurar una superficie del planeta del tamaño de China
durante los próximos diez años, la destrucción de la naturaleza, el cambio
climático y la contaminación seguirán avanzando a pasos agigantados, causando
crisis por inseguridad alimentaria y otros desastres, advierten dos organismos
especializados de la ONU.
Un informe del Programa de las
Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la Organización de las
Naciones Unidas para Alimentación y la Agricultura (FAO) divulgado este martes
llama al mundo a rehabilitar al menos mil millones de hectáreas de tierra
degradada para 2030 y pide un compromiso similar con los océanos para
garantizar la seguridad alimentaria y prevenir otras catástrofes.
La publicación de este martes
coincide con el inicio del Decenio de las Naciones Unidas sobre la Restauración
de los Ecosistemas ( 2021-2030), cuyo objetivo es crear conciencia sobre la
importancia de la protección y la recuperación de la naturaleza en todos los
rincones de la Tierra. La Asamblea General de la ONU proclamó el decenio para
fomentar un movimiento mundial amplio y sólido que coloque al mundo en la vía
hacia un futuro sostenible por medio de un impulso político y miles de
iniciativas sobre el terreno.
Según el estudio Restauración de
los ecosistemas en beneficio de las personas, la naturaleza y el clima, la
humanidad está utilizando alrededor de 1,6 veces más servicios de los que la
naturaleza puede proporcionar de manera sostenible.
Con respecto a los océanos,
destaca que constituyen el 70% del planeta y que dos tercios de sus ecosistemas
están dañados, degradados y modificados, además de que sufren una alta
contaminación por plásticos.
Algunas áreas de Níger sufren degradación debido a prácticas de explotación insostenibles. © FAO/Giulio Napolitano
Menos bosques
El PNUMA y la FAO señalan que de
1990 a la fecha se han perdido 420 millones de hectáreas de bosques y que los
países no han avanzado lo suficiente para cumplir las promesas de aumentar un
3% la superficie total de bosques en el mundo para 2030.
“Los esfuerzos de conservación no
son suficientes por sí solos para prevenir el colapso de ecosistemas a gran
escala y la pérdida de biodiversidad”, alertaron los organismos, subrayando la
urgencia de que los países “reprogramen” su recuperación tras el COVID-19 y se
alejen de los subsidios masivos al carbono y a los sectores relacionados con
combustibles fósiles, mientras siembran bosques.
La directora ejecutiva del PNUMA,
Inger Andersen, y el director general de la FAO, Qu Dongyu, indicaron que la
degradación ya afecta el bienestar de unos 3200 millones de personas, es decir,
el 40 % de la población mundial.
“Cada año, perdemos servicios de
los ecosistemas por valor de más del 10% de nuestra producción económica
mundial", dijeron, y afirmaron que si se invirtieran esas tendencias, los
beneficios serían enormes para toda la población.
Por su parte, el responsable de
División de Ecosistemas del PNUMA enfatizó que la necesidad imperiosa de
restaurar la naturaleza para cumplir con el objetivo del Acuerdo de París de
limitar el aumento de la temperatura promedio global a 1,5 °C con respecto a
los niveles preindustriales.
Los bosques brindan alimentos, albergue, energía, medicina e ingresos de manera directa a 1600 millones de personas. ©FAO/Xiaofen Yuan
Beneficios múltiples
“Si hacemos esto a la escala
necesaria, tendrá beneficios mucho más allá del cambio climático y la
biodiversidad, ayudará a la seguridad alimentaria, la salud, el agua potable y
el empleo. La restauración puede beneficiar a todos estos Objetivos de Desarrollo
Sostenible”, aseveró Tim Christophersen.
Los ecosistemas, desde los bosques
y las tierras agrícolas hasta los ríos, los océanos y las zonas costeras,
ofrecen protección natural contra la triple amenaza del cambio climático, la
pérdida de la naturaleza y la contaminación, pero la mala gestión del planeta
amenaza el bienestar de las generaciones futuras, apunta el informe.
Detalla que las áreas de atención
urgente son las tierras agrícolas y bosques, pastizales y sabanas, montañas,
turberas, áreas urbanas, aguas dulces y océanos.
Quienes trabajan en la protección
de la tierra, los recursos naturales y los derechos de los pueblos indígenas
son los que más riesgos corren de ser criminalizados por sus actividades. PNUD
Perú
Financiamiento y respeto a los derechos de las comunidades
El texto también recuerda que las
comunidades que viven en 2000 millones de hectáreas degradadas de tierra están
entre las más pobres y marginadas del mundo.
Las agencias de la ONU insistieron
en que los países deben hacer un esfuerzo de restauración global que proteja y
promueva los espacios naturales, ya que esto generaría aire y agua más limpios,
mitigación de los fenómenos climáticos extremos y mejora de la salud humana y
animal, así como mayor biodiversidad.
De acuerdo con el informe, la
restauración de la superficie de tierras degradadas para 2030, requiere
invertir al menos 200.000 millones anuales durante la presente década.
El PNUMA y la FAO señalaron que
cada dólar invertido se multiplicaría por 30 en términos de beneficios
económicos.
Añadieron que la restauración debe contar con la participación de todos los actores interesados, incluidos particulares, empresas, asociaciones y gobiernos. También aclararon que debe llevarse a cabo respetando los derechos y necesidades de los pueblos indígenas y las comunidades locales e incorporando sus conocimientos, experiencia y capacidades.
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