jueves, 16 de diciembre de 2021

¿Comenzamos con un beso?, Cuento

Arcano Literario

Por Mario Luis ALTUZAR SUÁREZ

… qué gesto de asco! ¡Tan pequeña! Y en su Ser rebalsa el dolor de sentirse desvalorada, disminuida, ¡marginada! Una exclusión de la alegría en la pareja de amiguitos de escasos cinco años, que intercambian un ¡beso! Esa misteriosa caricia que ¡tantos poetas han intentado descifrar! Sin enunciación científica, queda allí, en el intangible diccionario de los sentimientos.

Dicen que todos los caminos conducen a Roma. Luego entonces, la imagen del trío nos lleva al postulado del filósofo suizo Jean-Jacques Rousseau del Siglo de las Luces, que supone que todos nacemos siendo buenos, pero es la sociedad la que nos corrompe y envilece. ¿En cinco años corrompió y envileció a esos niños? ¡Na!

Son endebles los dogmas en que se sustenta la organización social. Al nacer, ni somos buenos, ni somos malos. Solamente ¡somos! Y ya. Pero… he ahí el pero, ¡ja, ja, ja! No ignoramos aunque lo callamos: A nuestra maquinaría se le insertó un chip que denominaron ¡instinto de sobrevivencia! Despierta al animal interno para ver, analizar, procesar y actuar ante el entorno adverso. Ese ambiente que amenaza, o creemos que amenaza a nuestra vida.

Un instinto ajeno al razonamiento y que perfeccionamos y justificamos en la “competitividad” de sobrevivir en la “comparación” y ejecutar esa intangible y celestina Ley del más Fuerte, por esa habilidad perversa de nuestra especie, que desde la profundidad de los tiempos “vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todos los designios de los pensamientos del corazón de ello será de continuo solamente al mal”, como se lee en el Génesis 6-5.

Así, frente al trío de un amoroso beso para dos se vuelve insatisfacción y dolorosa tristeza para una, que le enoja porque envidia tener para sí sola algo que otra posee. Sin olvidar que como arriba es abajo, como el mundo de los niños es el mundo de los adultos, en donde la diferencia es la organización estructural para avasallar y despojar al que tiene lo que uno desea: La Frágil Envidia como el motor humano.

Al borde del colapso apocalíptico económico, político y social, es urgente “resetear” a la máquina humana. Modificar la tarjeta de su disco duro mental. Injertar ese desconocido Diamante llamado Vidia, más no el manipulado personaje negativo de las caricaturas, sino la “Widia” alemana, la aleación de carburos de titanio, molibdeno y tungsteno de níquel y cobalto almacenados en el adeínico centro de nuestro Ser Ignoto y sus vacíos energizados con Amor, Equilibrio y Templanza, para superar nuestro “Ego” y comprender, ver que nuestra sobrevivencia es posible en una colectividad con el crecimiento interno de Reconocimiento de nuestro Poder del Origen. ¡Nos necesitamos! ¿Empezamos con un beso, tan solo un beso para Crear a la Nueva Humanidad?

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