Arcano Literario
Por Mario Luis Altuzar Suárez
A los XV años de mi “nieta” Karol Emilia
Suárez Carreri
...y noté
que estaba muy serio, parecía querer contarme algo, y una alarma empezó a sonar
en mi cabeza. Empezó el repiquetear de pensamientos que se atropellan.
Solamente verle se impactan las posibles causas. Repasé la relación de los días
anteriores, para buscar, hurgar alguna señal, algún indicio, algo que me
señalara el posible origen sobre el extraño sentimiento que le embargaba. Sus
ojos eran incapaces de contener el secreto tan hermético y que se desbordaba al
emitirse, proyectarse la triste angustia opresora de su pecho treintañero de
complexión delgada en el metro setenta con vestimenta de marca.
Desconcertado
y saber qué hacer, le miraba que por momentos bajaba la cabeza, como si buscará
debilitado, la faltante fortaleza de la tierra, y su pie derecho se balanceaba
y chocaba el tacón con las piedras sueltas. Un ambiente que podía cortarse con
el filo de una navaja en esos momentos profundamente silenciosos, tan tensos en
su cuerpo atrapado en los espasmos nerviosos que parecen estallar, explotar en
las gesticulaciones de sus endurecidos músculos faciales que enmarcan el
movimiento de sus labios, que inútilmente intentan concretas los sonidos,
aunque sea solamente el de arrastrar las sílabas de cada palabra, inmoladas,
sacrificadas en la resequedad de las cuerdas bucales.
Un instante
con el dramático ocultamiento de la luna detrás de una nube negra de media
noche y su aviso de la próxima lluvia atraída por el frio viento y su ulular
motivante de la danza de los árboles y flores de la Alameda Central en medio de
la urbe de concreto en donde el tránsito agitado de personas y automóviles semejan
remolinos de una vorágine interminable de acelerados y distantes destinos en
quién sabe dónde y muchos menos en quien sabe cuándo. ¡Tanta gente amontonada
en tantas soledades que se cruzan y descruzan hasta deshumanizarse! Y con los
ojos bien abiertos, estar cegados de los sucesos, de los hechos tan
individuales en el culto a la solitaria existencia en un entorno tan vacío.
Es el
ambiente en que nos encontramos en la profundidad de sus miedos paralizantes de
la palabra y con riesgo mortal del infarto por la presión sanguínea que golpea
el cerebro y retumba en todo el cuerpo, con el candente oscilante al frio, al
estar silente, callado, simple y llanamente porque el aire expulsado de los
pulmones es incapaz de emitir sonido, con la creciente angustia que amenaza con
el colapso por embotamiento de todo el organismo.
Y cuándo
parecía que en un fugaz tartamudeo empezaría a hilar el discurso, una alarma
empezó a sonar ¡pero no en mi cabeza!, sino en el buró. Había llegado la hora
de levantarme para el desafío de ser mejor en el nuevo día. Me dirigí al baño y
al sentir el agua de la regadera escarbé en el recuerdo de las horas anteriores
sin reconocer al interlocutor silencioso y angustiado y, mucho menos,
decodificar la causa o razón de tan extraño sueño.
Al primer trago
de café mientras me vestía con el traje de tres piezas adquirido en el mercado
y que presumía de ser hecho a la medida con mi sastre personal, sacudí los
augurios y energías negativas, aunque sabía que los sueños, según los herederos
milenarios de la interpretación de sueños, eran a veces, mensajes y advertencias
y que los freudianos sería una realización alucinatoria de deseos reprimidos y,
por lo tanto, un acceso al inconsciente. ¡Claro!, cuándo logran decodificarse
que, no era mi caso, decidí olvidarlo para mejor momento en que emergieran mis
deseos reprimidos en la oquedad de las frustraciones y resentimientos que
alimentan mi secreto onironauta.
Diccionario: Onironauta, en psicología, persona
que dormido sueña con diversas cosas que le puedan estresar, atemorizar o hasta
gustar y al cabo de unos días este sueño se materializa en un hecho real en su
vida
Tuxtla Gutiérrez, Chis, México, a 23 de
junio de 2022
Onironauta...una palabra qué nos persigue, bien dicho en tú extensa y espléndida narrativa....todos soñamos en qué nuestros anhelos de paz y libertad social, lleguen a realizarse y convertirse en realidad...dejar de actuar con cabeza gacha y obediente, las órdenes de un gobierno, a todas luces dictador y manipulador. Gracias Mario Luis Altúzar Suárez, por enfrentarnos a una realidad latente.
ResponderEliminar