viernes, 5 de mayo de 2023

Devela el Código Yuria el escritor Mario Luis Altuzar Suárez (Videos)

 Arcano Poético


*En el Festival Cultural Yuria en el Centro Cultural de Chiapas Jaime Sabines

*Participan los poetas Raúl Vázquez Espinosa y Román López González

*Leyeron los poemas: Sucesos interior, Tiempo y agua y Estertores

De la Mesa de Redacción
Arcano Radio

Descubre el escritor y periodista el homenaje de Jaime Sabines Gutiérrez, a su hermano Jorge, en el Código Yuria que presentó el jueves 4 de mayo con la presencia del poeta palencano galardonado en Guaymas, Sonora, en 2020, Román López González, y Raúl Vázquez, poeta y director del Centro Cultural de Chiapas Jaime Sabines.


En el Festival Cultural Yuria en el pasaje Tarumba, en el Recital Poético, leyeron poemas de su autoría con el tema “Sombra del agua” y en tema libre, a partir de las 18 horas. Puede disfrutar todo el evento en https://www.instagram.com/tv/Cr1-zecJEqK/?igshid=YmMyMTA2M2Y=

Altuzar Suárez disertó recordó en su Código Yuria, que el Gran Poeta de lo Cotidiano estableció que “Yuria no quiere decir nada. Es todo: es el amor, es el viento, es la noche, es el amanecer. Podría ser también un país: ustedes están en Yuria. O bien una enfermedad: hace tiempo que padecen yuria. (…)”


Al paso de los años, se aceptó esa explicación y se aplicó como dogma poético. Sin embargo, el desaparecido maestro Jesús Reyes Heroles, señaló que la forma es fondo, y que nada es casual sino causal, por lo que se oculta a los ojos de todo el mundo, un enigma que fue obligado por algún gran secreto de familia que, a 30 años de muerto, se debe perdonar.

Las pistas del Código Yuria se pueden resumir: En 1966 bautiza a su primogénito de 4 hijos con su mujer Gloria Córdova Vera; en 1967 publica el poema Yuria, en 1985 nombra como Quinta Yuría a las 85 hectáreas a la orilla de las Lagunas de Montebello que le regaló su hermano Juan; en 2010 su sobrino Juan Sabines Guerrero inaugura un kínder llamado Jorge Sabines Gutiérrez que en poco tiempo le cambian el nombre a Juan Sabines Gutiérrez.

La clave está en el aparente sincretismo de los nombres: Yuri es diminutivo del femenino Yuridia, importado por Sudamérica y que se le atribuyen raíces griegas, las mismas en que se basan el nombre ruso Yuri que se traduce al español como Jorge. Y se oculta al agregarle una letra, A, entendido en su raíz griega “ne”, cuyo significado es “sin”.

¿Qué niega la “a” de Yuria? ¿El nombre de Yuri o su género?, se pregunta Altuzar Suárez, premio Unesco de Li teratura y Medalla al Mérito Literario de la LV Legislatura de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión y añade que, en los griegos, la A también se reconoce como el Alfa, es decir, el Principio y el Fin.

En la evolución de las partículas antiguas devinieron preposiciones en la gramática española de la letra “A” como “acción de acampar”, un verbo de origen italiano que realiza na persona cuando interrumpe su marcha y que la Real Academia Española de la Lengua define como “detenerse y permanecer en despoblado”.

Para los críticos de los Sabines, el hermano de en medio era un comerciante que no terminó la primaria. Empero, el abogado y cronista de 63 años Jorge Alejandro Sánchez Flores dice: “Según su hermano Jaime, él (Jorge) era el intelectual de los tres hermanos. Jorge invitó a Jaime, siendo adolescente, a participar en un certamen de poesía en el ICACH, e incluso le dijo que él haría el poema, pero al final los hizo el propio poeta”.

Reconoció el esfuerzo de traslado del poeta Román Loglez desde Palenque y la trayectoria poética y periodística de Mario Luis Altuzar Suárez, quien entregó su poema Selvático, dedicado al Gran Poeta de lo Cotidiano, Jaime Sabines, al recibir la Medlla Belisario Domínguez, publicado en 994 en Excélsior y medios del interior de la República,


Los sucesos interiores es el título del poema que compartió el doctor y poeta Raúl Vázquez Espinosa y el poeta palencano, Román López González, leyó su poema “Tiempo y agua”, dedicado al poeta Jaime Sabines Gutiérrez:

EL TIEMPO, me cohabita

y me tiene inmerso en el

delirio y me atrapa ese

fantasma del agua en el

lenguaje del silencio

que me grita.

Se aleja parsimonioso

y vuelve con la cara mojada

con el rostro perlado de rocío,

sin siquiera mirar al mío.

Sí, el tiempo juega con la vida,

la transita equidistante, curvas

ascendentes y descendentes,

pero jamás en el olvido.

Tiempo y agua, cuerpos uno.

El tiempo llora y corre el agua;

abren caminos a la mar, y

a su paso arrastran amarguras,

hiel del desengañoño, infortunios.

Se aleja, se amalgama silente,

se ausenta, se transforma y

con el tiempo vuelve a transitar

los caminos a los labios míos.

 

Mayo 02.2023. Román Lóglez.


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