jueves, 25 de mayo de 2023

Ubicuidad ©, Cuento

Arcano literario


Mario Luis Altuzar Suárez

…fue milagroso! Simplemente fue un regalo divino”, piensa al recordar a las nueve monjas iluminadas por amplias sonrisas candorosas frente al celular que inmortaliza el instante en una selfie. Fue tarde cuando se percataron que no estaban solas: A la distancia les observa el fotógrafo londinense Carlos Adama, con intuición instintiva del instante ¡dispara el obturador!, de su Nikon D500 con sensor APS-C para capturar el momento en la Plaza de San Pedro de El Vaticano con una nitidez que pareciera un fantástico close up.

Ríe al mentalizar las súplicas de las religiosas por respeto a su íntima celebración de las bodas de oro de su Congregación Pureza de María con sede en España. El de la cámara se encogió de hombros, les dio la espalda y se retiró con una mueca en la boca con risa burlona. Parece escuchar sus pensamientos de ese momento de 2016: “¡Las haré famosas!”

Aquí, en su laboratorio mira las fotografías de las madres y las acomoda al lado de otras del David, la maravillosa escultura de mármol blanco de 5,17 metros de altura y 5 mil 572 kilogramos de masa, esculpida por Miguel Ángel Buonarroti entre 1501 y 1504 y que se expone en expuesta en la Galería de la Academia de Florencia, en el número 60 de la Via Ricasoli, cerca del convento de San Marcos.

Escoge las dos mejores y las escanea para ingresarlas a la computadora y con un programa de edición de fotografías, anula el fondo de la imagen de las hermanas y la monta en la base de la obra de Miguel Ángel. ¡Parecería que el foco central del celular es la parte noble masculina! Un fotomontaje que muestra a las mujeres de Dios, son sonrisas por el hermoso cuerpo tallado en mármol.

Al gozo del trabajo de edición, viene el disfrute anticipado del resultado ¡en las redes sociales! “El ser humano no tiene el don de la ubicuidad, esa capacidad de estar presente en varias partes al mismo tiempo. ¡Por el Poder de la Tecnología por el Poder de mis conocimientos y por el Poder dado por mis Maestros, yo se los otorgo a las candorosas turistas vaticanas el Don de la Ubicuidad!”, repite a carcajada batiente y la danza de los ojos.

Unos minutos para solazarse de su obra. ¡Llegó el momento! A subirlas a las redes ese 27 de mayo de 2017. Nervioso, toma un trago y fuma un cigarro para esperar. ¡Lo logró! En cuestión de minutos se replica y se replica, lo que en el lenguaje cibernético se define como “viral”.

Y desde el fondo de su impunidad por violar la intimidad y crear una falsa realidad con el fotomontaje, las víctimas están indefensas. A su queja a directivos de Facebook que dice cuidar a los usuarios y derechos de autor, reciben de respuesta: “No hay delito. Nada se puede hacer”. Y se crea jurisprudencia para que todos y cada uno de nosotros gocemos el Don de la Ubicuidad que enrique a los titiriteros de Titirilandia en que se convirtió la Aldea Global.

 

Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, México, 25 de mayo de 2023.

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