Arcano de opinión
Palacio
Por Mario Díaz
-Se prevé el fin del cacicazgo en el Club Primera Plana
- “Comisionados revisores” dicen que les “están dando
largas”
-Recuerden: integrantes de planilla deben de estar al
corriente en el pago cuotas
ES muy lamentable que tres integrantes de la planilla que se
identifica como “Esfuerzo y Progreso” y que lleva como lema “por la renovación
legal del Consejo de Directores del Club Primera Plana A.C.”, pretenda dañar el
prestigio de la organización gremial constituida el 30 de abril de 1959,
argumentando que el actual presidente JOSÉ LUIS URIBE ORTEGA, pretende
prolongar su dirigencia de manera ilegal.
ALEJANDRO ÁLVAREZ MANILLA, TEODORO RENTERÍA VILLA y ARNULFO
DOMÍNGUEZ CORDERO olvidan que el 13 de febrero de 2020 el Consejo Directivo del
CPP emitió la convocatoria respectiva para la Asamblea Electoral que se
llevaría a cabo el jueves 31 de marzo, pero que, por la contingencia sanitaria
y restricciones oficiales a partir del 18 de marzo de ese año, el evento
gremial tuvo que ser pospuesto hasta en tanto se levantara el estado de alerta
derivado de la pandemia.
El argumento que
presentan en su desesperación por apoderarse del Club Primera Plana es que han
pasado dos años para el proceso de renovación de directiva y consideran que la
disposición de las autoridades sanitarias para suspender actividades
presenciales y laborales ha sido aprovechada de manera ilegal y ventajosa por el
actual presidente JOSÉ LUIS URIBE ORTEGA.
Mezquinamente argumentan que lleva dos años de extensión de
mandato, como si el líder del CPP fuera responsable de la pandemia y de las
restricciones ordenadas por la autoridad sanitaria. “Olvidan” que el Artículo
Vigésimo Séptimo del Estatuto es claro al establecer que al término de los tres
años en funciones “los miembros del Consejo Directivo, seguirán en el cargo
hasta que sean nombrados sus sucesores”.
En consecuencia, por las razones antes expuestas no se ha
llevado la Asamblea Electoral y, por ende, no se ha elegido a la nueva
directiva para el relevo correspondiente. Así de fácil, sencillo, claro,
diáfano y explicado con “manzanitas y palitos”.
Obviamente, se trata de un argumento sin fundamento toda vez
que el Club Primera Plana no puede ni debe pasar por alto los ordenamientos
oficiales, ni mucho menos exponer a la membresía a reuniones masivas con el
alto riesgo del contagio del coronavirus SARS-Cov-2.
En un comunicado en la página oficial del CPP, los tres
integrantes de la planilla “Esfuerzo y Progreso” y de la comisión revisora del
padrón nominal se quejan de que no se les ha presentado la documentación,
olvidando que cualquier petición de esa índole con miras al proceso electoral
debieron solicitarla en tiempo y forma a la Comisión Electoral y no en una
Asamblea para Renovación de Directiva como indebidamente se acordó a base de
“gritos y sombrerazos”.
Además, cualquier duda o inconformidad debe canalizarse a la
Comisión de Honor y Justicia con base en lo que establece el Artículo Trigésimo
Octavo, fracciones 3 y 4. “Recibirá con carácter obligatorio las quejas,
denuncias e inconformidades de la Asamblea General, de los asociados, del
Consejo Directivo y de las Comisiones. Citará y escuchará obligatoriamente a la
parte denunciada para conocer y valorar sus argumentos.”
Sin embargo, acusando un criterio nada equitativo no
solicitan a la Tesorería del CCP la relación de los socios que están al
corriente en el pago de sus cuotas y, por ende, en activo y con derechos
vigentes. Suele suceder que, generalmente, en una asociación civil los socios
más exigentes son los que menos cumplen con sus obligaciones.
Además, dudar de la honorabilidad del Consejo Directivo al
considerar que maneja de manera irregular el padrón de socios, podría
equipararse a una falta de respeto a una directiva electa y avalada en su
momento por la Asamblea General.
Exhiben una ambición desmedida por tomar el mando del CPP y,
al mismo tiempo, dejan entrever su baja calidad fraternal al minimizar el
esfuerzo que se realizó en plena pandemia en un intento por cumplir los
compromisos gremiales y, sobre todo, mantener la comunicación con los socios a
través de los medios tecnológicos.
Tampoco toman en cuenta que, a pesar de los riesgos
sanitarios la actual directiva tuvo que hacer frente al requerimiento del
Instituto Nacional de Administración de Bienes Institucionales (INDABIN) para
entregar el edificio social que se encontraba en comodato, ubicado en Humboldt
No. 5, colonia Tabacalera, en la ciudad de México. Por el contrario, critican y
afirman sin base que se inició fuera de tiempo la renovación del comodato, sin
importar el argumento oficial del gobierno de la Cuarta Transformación en el
sentido de que la austeridad republicana obligaba a utilizar todos los espacios
públicos para evitar el pago de renta en inmuebles privados.
La realidad es que se trata de un hecho inédito en la vida
del Club Primera Plana como lo representa la pandemia que obligó a una
suspensión de Asamblea Electoral, pero a la vez dar cumplimiento cabal de los
compromisos gremiales y administrativos de la asociación civil.
Tal parece que a “Esfuerzo y Progreso” y al verdadero “poder
detrás del trono” les urge tomar las riendas del Club Primera Plana ante la
marcada decadencia de las entelequias que representan la “federación de
asociaciones de periodistas mexicanos” y el “colegio nacional de periodistas”.
Por supuesto que nos les falta razón; el CPP es una organización gremial de
alto prestigio y representación a lo largo y ancho de la república mexicana que
no requiere de entelequias para su fortalecimiento y, en cambio, las
entelequias sí requieren de su honorabilidad y prestigio.
Ahora resulta que los integrantes de la planilla y “comisión
revisora” invocan artículos, estatutos y fracciones para frenar la integración
al CPP de una docena de periodistas reconocidos del estado de Colima, bajo el
argumento de que no han cumplido con el estatuto respectivo.
Se les olvida que, también estatutariamente de acuerdo al
Artículo XXVI fracciones 3 y 4, quienes pretendan participar en el proceso
electoral integrados a una planilla deben tener vigentes sus derechos y estar
al corriente en el pago de sus cuotas.
Es obvio que, en cualquier organismo legalmente constituido,
además de estatutos y objetivos, los derechos y obligaciones son elementos
esenciales para el correcto y justo funcionamiento de una asociación civil.
DESDE EL BALCÓN:
I.-Todo parece indicar que “la mazorca se le desgrana” a
quien pretende controlar el Club Primera Plana. El análisis sereno de la
mayoría de los socios tiende a coincidir que ya es justo y necesario terminar
con el cacicazgo de quien se autoproclama “líder del gremio periodístico
organizado en el país”, cuando la realidad es que solo encabeza un “club de
amigos de….”
Ni hablar.
Y hasta la próxima.
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