Arcano Político
Por Mario Luis Altuzar Suárez
…qué desperdicio! Llevaba sesenta años esperando a que la vida le diera algo... ¡que era muy tarde para intentar cualquier cosa, en cualquier lado! Sus piernas adoloridas a ritmo de paso lento, tan pausado. Los torpes dedos de las manos perdieron la capacidad de operar. Los ojos reducidos al diez por ciento de visión eran malos conductores sin ver los obstáculos y tropezaba.
Internamente ¡ni se diga! Acidez lacerante en las agruras del estómago, colón perezoso que reflejaba el pasivo dormilón de su cuerpo. El cerebro perdía en el vacío muchas de las pulsaciones de las neuronas y el cerebelo, acostumbrado a no hacer nada, carecía de punto de referencia del equilibrio o el temblor del San Vito en los brazos con la virtud de entorpecer sus pensamientos.
¡Ah! ¡Si hubiese escuchado los consejos! Muy cierta la conseja popular: Lo que no se usa se echa a perder. Y en la resignada espera de que ese “algo” indefinido, porque ¡fue incapaz de establecer lo que esperaba!, su inútil vida la ¡confinó a la muerte!
Aunque siempre encontró la excusa al culpar a “su mala suerte”. ¡Ja! ¡Ja! ¡Ja! Fue, sencillamente fue como aquél chistorete del protagonista profundamente religioso que puntualmente, a las siete horas de todos los días, ingresaba a la iglesia para clamar por el milagro de sacarse la lotería hasta que casó a los Santos y una mañana, en coro le respondieron: ¡Por lo menos compra el boleto de la lotería!
Claro que hay diferencias. Nos era igual a nadie porque ¡ni siquiera iba al templo y orar le era humillante porque se sentía que todo lo merecía! Y en este momento, en la Gran Tribuna Universal, nada arrojan sus canastos y los Gran Jueces le espetan: ¡Qué desperdicio de vida! Destruir todo un Templo Divino por seguir el mal ejemplo del Falso Mesías que se robó el destino de un pueblo. ¡No todos tienen esa suerte, que de ser ignorantes, asesinos y ladrones, les caiga ese “algo” del cielo! ¿O del infierno?
Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, México, 17 de noviembre de 2022
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