Poseído, Minicuento

 Arcano literario

Por Mario Luis Altuzar Suárez

…se apodera la tristeza de mi andar taciturno, por las calles grises citadinas en las horas crepusculares, adolorido por esa imagen que se difumina en la lejanía de los recuerdos, de lo que alguna vez atesoró la belleza de un momento que transmutó la felicidad, en remordimiento… ¡Remuerde la Conciencia!, con el tormento de la cobardía de no ser lo que hubiese sido en el regazo tan amado, tan añorado en que se apodera la triste tristeza de mi paso lerdo, cansado, en mi solitario invierno ¡tan fúrico por ese desvanecimiento de tu cuerpo! Tan enojado por saber la inexistencia del verbo “hubiera” de la justificación pusilánime, ¡estéril! Que sangra en mis entrañas, ahogando el grito de ¡te amo, hasta el infinito!... y… todo esto… tuvo la virtud de hacerse iniciado ¡con tan solo un beso! Que hoy, al estar poseído, me quema en la fría soledad de la lejanía que nos separa.

 

Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, México, 10 de noviembre de 2022