jueves, 8 de marzo de 2018

Pendiente la igualdad de género en el 43 Día Internacional de la Mujer (Video)


* En pobreza el 77 por ciento de chiapanecos, reportó la SEDESOL


Por Mario Luis ALTUZAR SUÁREZ
De Arcano Político


“Ahora es el momento: las activistas rurales y urbanas transforman la vida de las mujeres”, lema de la celebración de 2018 del Día Internacional de la Mujer, en donde “conseguir la igualdad de género y empoderar a las mujeres y las niñas son tareas pendientes y constituyen el mayor desafío en materia de derechos humanos del mundo”, observa el portugués Antonio Guterres, secretario general de la ONU.

La Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) informó que en 2018, el número de habitantes en Chiapas es de 5 millones 337,151, mientras que el número de personas en pobreza es de 4 millones 113,950, cifra que representa el 77.08 por ciento. Por tanto se registró un incremento del 0.8 por ciento de 2016 a 2017.

En el documento “Acuerdo por el que se da a conocer el Informe anual sobre la situación de pobreza y rezago social de las entidades, municipios y demarcaciones territoriales para el ejercicio fiscal 2018”, precisa la dependencia federal que cerca de 51.8% de la población que vive en situación de pobreza se concentra en 20 municipios.

El Comité Clandestino Revolucionario Indígena, parte del EZLN, convocó del 8 al 10 de marzo, al Primer Encuentro Internacional, Político, Artístico, Deportivo y Cultural de Mujeres que luchan, en el Caracol de Morelia, en Chiapas. El requisito para poder asistir es: ser mujer y luchar.

En 2016 residían en México 46.5 millones de mujeres de 15 años y más, de las cuales el 11.8% tenía entre 15 y 19 años y 29.0% se ubica en las edades de 50 y más años. Si bien la mayoría de estas mujeres fue a la escuela alguna vez en su vida a estudiar (92.4%), esta situación cambia con la edad, siendo las mujeres de mayor edad quienes menos acudieron a la escuela. Con base en el INEGI.

Coincidiendo con el Año Internacional de la Mujer en 1975, las Naciones Unidas celebraron el Día Internacional de la Mujer por primera vez, el 8 de marzo.

Ahora, la celebración se suma a un movimiento mundial sin precedentes por los derechos, la igualdad y la justicia de las mujeres. El acoso sexual, la violencia y la discriminación contra las mujeres han acaparado los titulares y el discurso público, con una creciente determinación a favor del cambio.
Centrándose también en el tema del 62º periodo de sesiones de la de la Condición Jurídica y Social de la Mujer, la celebración quiere llamar la atención sobre los derechos y el activismo de las mujeres rurales, que constituyen más de un cuarto de la población mundial y la mayoría del 43 por ciento de las mujeres que se dedican a la agricultura en el mundo.

Labran la tierra, plantan las semillas que alimentan a sus comunidades y se hacen resilientes frente al cambio climático. Sin embargo, en casi todos los aspectos del desarrollo, debido a las arraigadas desigualdades y discriminación por razones de género, las mujeres rurales viven en peores condiciones que los hombres rurales o las mujeres urbanas.

Por ejemplo, menos de un 20 por ciento de los propietarios de tierras son mujeres, y si bien la brecha salarial en base al género es el 23 por ciento, en las áreas rurales esa cifra sube hasta el 40 por ciento. Carecen de infraestructuras y servicios, trabajos dignos y protección social, además de ser más vulnerables a los efectos del cambio climático.

Las mujeres rurales y sus organizaciones tienen un enorme potencial y se están moviendo para reclamar sus derechos y mejorar sus medios de vida y su bienestar. Usan métodos agrícolas innovadores, ponen en funcionamiento negocios con éxito, aprenden nuevas habilidades y conocimientos, reclaman sus legítimos derechos y se presentan a cargos públicos.

La idea de un día internacional de la mujer surgió al final del siglo XIX, que fue, en el mundo industrializado, un período de expansión y turbulencia, crecimiento fulgurante de la población e ideologías radicales.

Mensaje del Secretario General 2018


Nos encontramos en un momento decisivo para los derechos de la mujer. Las desigualdades históricas y estructurales que han dado lugar a la opresión y la discriminación están saliendo a la luz como nunca antes. Desde América Latina hasta Asia, pasando por Europa, en las redes sociales, los platós de cine, las fábricas y las calles, las mujeres están pidiendo que se produzca un cambio duradero y que no se toleren ni las agresiones sexuales ni el acoso ni ninguna clase de discriminación.

Conseguir la igualdad de género y empoderar a las mujeres y las niñas son tareas pendientes de nuestra época y constituyen el mayor desafío en materia de derechos humanos del mundo.

El activismo y las campañas llevadas a cabo por generaciones de mujeres han dado fruto: más niñas que nunca van a la escuela; cada vez más mujeres tienen un trabajo remunerado y ocupan cargos de responsabilidad en el sector privado, los círculos académicos, la política y las organizaciones internacionales, como las Naciones Unidas; la igualdad de género se consagra en numerosas leyes; y prácticas nocivas, como la mutilación genital femenina y el matrimonio infantil, se prohíben en muchos países.

Sin embargo, siguen existiendo importantes obstáculos para acabar con los desequilibrios de poder históricos en los que se asientan la discriminación y la explotación.

Más de mil millones de mujeres en todo el mundo carecen de protección jurídica frente a la violencia sexual en el hogar. La desigualdad salarial por razón de género en el mundo es del 23 % y alcanza el 40 % en las zonas rurales, y el trabajo no remunerado que realizan muchas mujeres pasa desapercibido. La representación media de la mujer en los parlamentos nacionales sigue siendo inferior a una cuarta parte y en los consejos de administración es aún menor. Sin una acción concertada, millones de niñas serán mutiladas genitalmente en el próximo decenio.

Con frecuencia se incumplen las leyes vigentes y se cuestiona, denigra y descalifica a las mujeres que solicitan una compensación. Ahora sabemos que el acoso y los abusos sexuales han sido una constante en los lugares de trabajo, los espacios públicos y los hogares en países orgullosos de su trayectoria en materia de igualdad de género.

Las Naciones Unidas deberían servir de ejemplo al mundo.

Reconozco que no siempre ha sido así. Desde que tomé posesión de mi cargo el año pasado, he introducido cambios en la Sede de la Organización, nuestras misiones de mantenimiento de la paz y nuestras oficinas en todo el mundo.

Por primera vez, en el equipo directivo hemos alcanzado la paridad de género y estoy decidido a que ocurra lo mismo en el resto de la Organización. Estoy absolutamente comprometido con la tolerancia cero frente al acoso sexual y he establecido estrategias para aumentar la presentación de informes y la rendición de cuentas. Además, trabajamos en estrecha colaboración con países de todo el mundo para prevenir los casos de explotación y abuso sexual cometidos por el personal de las misiones de mantenimiento de la paz, hacerles frente y ayudar a las víctimas.

Desde las Naciones Unidas apoyamos la lucha de las mujeres de todo el mundo para superar las injusticias a las que se enfrentan, ya se trate de las mujeres de las zonas rurales que son víctimas de la discriminación salarial, de las mujeres de las zonas urbanas que se unen para impulsar el cambio, de las mujeres refugiadas que corren el riesgo de sufrir explotación y abuso o de las mujeres que sufren múltiples tipos de discriminación: viudas, mujeres indígenas, mujeres con discapacidad y mujeres que no se ajustan a las normas de género.

El empoderamiento de la mujer es un tema central de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Si avanzamos en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, avanzaremos también en la causa de todas las mujeres de todo el mundo. A través de la Iniciativa Spotlight que hemos puesto en marcha junto con la Unión Europea, se destinarán recursos a la eliminación de la violencia contra las mujeres y las niñas, un requisito previo para la igualdad y el empoderamiento.

Seré claro: no se trata de hacer un favor a las mujeres. La igualdad de género tiene que ver con los derechos humanos, pero también redunda en interés de todos: hombres y niños, mujeres y niñas. La desigualdad de género y la discriminación contra la mujer nos perjudica a todos.

Ha quedado de sobra demostrado que invertir en las mujeres es la forma más eficaz de que las comunidades, las empresas e incluso los países prosperen. La participación de la mujer hace que los acuerdos de paz sean más sólidos, que las sociedades sean más resilientes y que las economías sean más pujantes. Normalmente, cuando se discrimina a las mujeres es porque hay prácticas y creencias de por medio que nos perjudican a todos. En cambio, las licencias de paternidad, las leyes contra la violencia doméstica y la legislación que favorece la igualdad salarial nos benefician.

En este momento decisivo para los derechos de la mujer, es hora de que los hombres apoyen a las mujeres, las escuchen y aprendan de ellas. Es primordial que haya transparencia y rendición de cuentas para que puedan alcanzar todo su potencial y nos ayuden a todos a prosperar en la comunidad, la sociedad y la economía. Me enorgullece formar parte de este movimiento y espero que continúe expandiéndose en las Naciones Unidas y en el mundo entero.

António Guterres


Cronología


1909: De conformidad con una declaración del Partido Socialista de los Estados Unidos de América el día 28 de febrero se celebró en todos los Estados Unidos el primer Día Nacional de la Mujer, que éstas siguieron celebrando el último domingo de febrero hasta 1913.

1910    La Internacional Socialista, reunida en Copenhague, proclamó el Día de la Mujer, de carácter internacional como homenaje al movimiento en favor de los derechos de la mujer y para ayudar a conseguir el sufragio femenino universal. La propuesta fue aprobada unánimemente por la conferencia de más de 100 mujeres procedentes de 17 países, entre ellas las tres primeras mujeres elegidas para el parlamento finés. No se estableció una fecha fija para la celebración..

1911   Como consecuencia de la decisión adoptada en Copenhague el año anterior, el Día Internacional de la Mujer se celebró por primera vez (el 19 de marzo) en Alemania,Austria, Dinamarca y Suiza, con mítines a los que asistieron más de 1 millón de mujeres y hombres. Además del derecho de voto y de ocupar cargos públicos, exigieron el derecho al trabajo, a la formación profesional y a la no discriminación laboral

1913-1914   En el marco de los movimientos en pro de la paz que surgieron en vísperas de la primera guerra mundial, las mujeres rusas celebraron su primer Día Internacional de la Mujer el último domingo de febrero de 1913. En el resto de Europa, las mujeres celebraron mítines en torno al 8 de marzo del año siguiente para protestar por la guerra o para solidarizarse con las demás mujeres.

1917   Como reacción ante los 2 millones de soldados rusos muertos en la guerra, las mujeres rusas escogieron de nuevo el último domingo de febrero para declararse en huelga en demanda de "pan y paz". Los dirigentes políticos criticaron la oportunidad de la huelga, pero las mujeres la hicieron de todos modos. El resto es historia: cuatro días después el Zar se vio obligado a abdicar y el gobierno provisional concedió a las mujeres el derecho de voto. Ese histórico domingo fue el 23 de febrero, según el calendario juliano utilizado entonces en Rusia,o el 8 de marzo, según el calendario gregoriano utilizado en otros países.

1975 Coincidiendo con el Año Internacional de la Mujer, las Naciones Unidas celebraron el Día Internacional de la Mujer por primera vez, el 8 de marzo.

1995 La Declaración y la Plataforma de Beijing, una hoja de ruta histórica firmada por 189 gobiernos hace 20 años, estableció la agenda para la materialización de los derechos de las mujeres.

2014 La 58 Sesión de la Comisión sobre la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW58), la reunión anual de Estados para abordar cuestiones relativas a igualdad de género, se centró en los «Desafíos y logros en la aplicación de los Objetivos de Desarrollo del Milenio para las mujeres y las niñas». Las entidades de las Naciones Unidas y las organizaciones no gubernamentales (ONG) acreditadas por ECOSOC debatieron sobre los avances realizados y los retos pendientes para cumplir los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio.

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