jueves, 10 de julio de 2025

Señor del Crucero Urbano ©, Cuento

 Arcano Literario



Mario Luis Altuzar Suárez
Arcano Radio

...pare! ¡He dicho que alto!" Y se escucha el ¡schrichchch" rechinador de las llantas. "Eso es. Así. Obedientes a mi mando. ¡Ya! Ya puede seguir adelante". ¡Rrrrrruuuummmmm!, ruge el motor en primera velocidad. Observado desde unos tres metros sobre el nivel de la cinta asfáltica. La voz de mando disfruta la cómoda posición de esfinge egipcia en su trono personal. Iluminado desde el fondo del trono monárquico. Destella sus brillos de amarillos a dorados. Su mirada azul verdosa, con la proyección de saberse el Rey, ¡es el Emperador de las alturas" citadinas.

Está satisfecho de someter a su voluntad a los conductores del intenso tráfico vehicular matutino. Bueno, disminuye cuando es periodo vacacional. El decide quien para y quien avanza. ¡Dueño y Señor del Crucero Urbano! Uno de los miles en la conocida como Selva de Concreto. Ese su reino en que su ausencia o retardo, genera caos y confusión al grado de colisión en la diversidad de marcas, modelos y antigüedad de los automotores.

Impresiona el porte elegante que impone respeto por el Don de Mando, del que cambia, según el humor en que se encuentre, de espacio imperial del rojo inferior, al amarillo intermedio y el verde superior. Un desplazamiento ágil con su imitación del aire que se mueve sin percibirlo y, aunque no se le vea, se siente, se sabe de su existencia tan necesaria para vivificar el movimiento de la vida. ¡Pobres de nosotros, si llegase a faltar! ¿Qué sería de nosotros, en esa penosa orfandad? Es el pensamiento que nos transmite por las frecuencias cerebrales, para condicionarnos en una domesticación ¡invisible pero real!

Es uno de los herederos de la adoración iniciada seis mil años antes de Nuestra Era en el Norte africano. Compartían rasgos de los dioses, por lo mismo, eran sagrados. Sus mayores, como Balam, era considerado un Dios los por Mayas antiguos, con potencial creador, aunque, si enfurecía, destruía. ¡Los mismos ahkales le obedecían y temían! Llevan la sangre de los ocelot venerados por los Olmecas, por simbolizar la dualidad de la vida y la muerte, Principio y Fin del Universo. ¡Lo sabe el Señor del Crucero Urbano! ¿Qué no puede conocerlo al ser imposible que estudie la historia? ¡Ja! ¡Ja! ¡Ja! ¿Quién necesita libros llenos de interpretaciones de los vencedores de las luchas fratricidas? ¡Se lleva en el fluido sanguíneo en donde reverbera el ADN del Origen real y verdadero!

¡Y actúa en consecuencia! Es Amor y Señor de los hogares. Protege. Acompaña. Equilibra las energías. Por lo tanto, es un símbolo místico. Y el resto de las criaturas en el espacio tridimensional ¡solo estamos para servirles! Cumplir sus mínimos caprichos.

¡Claro! Crees que el tráfico vehicular lo controla el semáforo con su código de colores y programado para cambiar el señalamiento y, el rojo, es en donde está echado ese gato atigrado de color naranja.

Esa es tu percepción. Otra muy distinta es la del Señor del Crucero Urbano. Recuerda el principio básico de la percepción de los sentidos de los hechos externos para decodificarlos, interpretarlos y proyectarlos en el interior. Y lo describió muy bien en 1635, el madrileño Pedro Calderón de la Barca en su Vida es sueño: "Descubra el cielo camino;/ aunque no sé si podrá,/ cuando en tan confuso abismo/ es todo el cielo un presagio,/ y es todo el mundo un prodigio".

Por ello, hay que ver mi querido gato como se ha acostumbrado a estar en sitios con muchos colores, que si luces verdes y rojos...el lugar es importante, me encanta, pero vamos a pedirte por favor que no lo presten, se está tan bien aquí.


Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, México, 10 de julio del 2025.


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