martes, 7 de octubre de 2025

¿Despedida? ©, Cuento

Arcano Literario


Mario Luis Altuzar Suárez
Arcano Radii

…bum! ¡Pum! ¡Flop!” sonidos que rebotan en su caja toráxica y cortan en la garganta, a intervalos, el suministro de aire. “¡Se volteó mi corazón!”, piensa al momento de rodar su lágrimas, lacerantes por la vibración de las palabras que penetran ardientes por los tímpanos y se expanden candentes en la corteza cerebral: “¡Perdóname!”, viéndole directamente a los ojos con desconcierto en su pensamiento: “¿Qué hice mal? Yo creí que subiendo a la segunda valija, le ahorraría tiempo y disminuiría la carga para irnos” y agita el cachorro de seis meses, la cola como ventilador para recuperar la simpatía de la niña de cinco años, bien enfundada con ropa invernal en esa playa en que la despedida acelera peligrosamente las palpitaciones del corazón de los prometedores de una separación breve, como la rapidez del tiempo que se escurre en los parpadeos de los ojos.

La reacción tan cariñosa del golden retriever de color dorado claro, responde a su origen escocés que evolucionó a su genética de cobrador, el acompañante del cazador para recuperar la presa y con alegría, entregarla al cetrero. Aunque la mayor de sus facultades era su gran habilidad en el rastreo de personas y animales. Lo que desconocía la pequeña que intenta ser fuerte y contener el llanto, en consideración al compañero de espacio breve y que rompe la promesa de estar siempre juntos ¡toda la vida!

Para evitar el contacto corporal, la infanta se aferra a dos valijas pequeñas, una encada mano enguantadas con la energía de la abuela tejedora. Sobre la espalda un canasto lleno de flores artificiales que cruza al frente con una correa sobre el abrigo café en donde sobresale una larga bufanda en perfecta combinación con el gorro frigio y los suecos de madera blanda.

Con las orejas gachas y la lengua que asoma por el jadeo de la emoción triste porque no ha corrido, está sentado el fiel canino que escucha sin comprender la explicación sobre la causa de este momento que resquebraja todo su mundo. “¿Por qué dice que la culpa es de sus padres?” Es su percepción de la frase aquella de “qué el amor acaba porque, decía la canción, ¡hasta la belleza cansa!” y que abre la puerta al drama del final de una pareja en donde, considerado como daño colateral, es la hija sin voz ni voto, reducida simplemente a un objeto que. Cosificada, se dividen el tiempo de la custodia con los fines de semana para el padre. Por lo menos, el “fruto de su amor” que duró tan poco, fue cosificada, y el que ni siquiera se tomó en cuenta, ¡fue él! La mascota ignorada por la preocupación de los problemas mayores de dos adultos con destino incierto.

La suerte del cachorro estaba echada: Ser abandonado en la playa, sin alimento y con el clima refrigerante, asunto arreglado. La voz infantil se esmera en explicar lo que ni ella misma  entiende y repite lo que le repitieron hasta el cansancio: “Es un perrito muy inteligente y estará mejor en completa libertad”. ¿Por qué no puede acompañarlos, si es parte de la familia? Por la sencilla razón monetaria, debido a que a la mamá la ¿engatusaron o ella aceptó por el dolor de la traición?, de que deberá irse de casa y trabajar para sostener a su hija, bajo la promesa, la eterna promesa, de que el proveedor reasumiría sus responsabilidades en cuanto nivelara su situación con el nuevo amor.

Se escucha el sonido del motor de una lancha y los gritos de la señora que llega corriendo, toma las maletas y se embarcan con destino desconocido, lo mejor, para olvidar ese trago amargo en su vida por creer y valorar a una persona que, a final de cuentas, era un perfecto ignoto. Tanto dolor le impide a la mujer, percibir la tortura infringida a la niña y mucho menos percibir la herida en el canino.

“¡Hasta creen que se desharán de mi! ¡Inocentes van a morir!”, proyecta sus pensamientos el cachorrito que, si las mujeres tuvieran un oráculo, en pocos meses estarían reunidos los tres, para sanar sus heridas. ¡Por algo era un heredero de la estirpe de cazadores que rastrean con paciencia, a la presa! ¿El hombre? ¡Va! ¿A quien le importa? El fue abrazado, acariciado y mimado en primera vista, por la niña. Solo eso importaba en su vida, en su servicio en este plano dimensional.

 

Tuxrla Gutiérrez, Chiapas, México, 5 de octubre del 2025.

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