Arcano político
Mario Luis Altuzar Suárez Arcano Radio
Será el comiteco Eduardo Ramírez Aguilar el centésimo
vigésimo sexto Gobernador de Chiapas, en 200 años de federalizado o anexado a
México. Así lo acordaron las 5 familias vinculadas al Poder del Centro y que
administran al Estado, desde el plebiscito de dos de 12 partidos (territorios)
en 1824. ¿Y las elecciones? Carnaval de catarsis para más de 5 millones de
electores.
Los “grupos” de poder e influencia, se desgarran las
vestiduras en público. Todos quieren aparecer para recibir privilegios, prebendas
en el supuesto triunfo. Se agreden y ofenden. Sin percatarse que son los
protagonistas de un gran circo sexenal para divertir a los chiapanecos.
Véase a Manuel Camacho Solís del primer círculo de Carlos
Salinas y yerno de Manuel Velasco Suárez, el neurólogo de Luis Echeverría
Álvarez, o a esa familia con su máximo exponente Paulina Castañón Ríos Zertuche,
divorciada 2007 de Raúl Salinas de Gortari, o Fernando Coello Pedrero, enlace
Enrique Peña Nieto-Andrés Manuel López Obrador.
Una realidad de la oligarquía con tufillo a monarquía, que aceptaron
integrarse al Emperador Agustín I de Iturbide, y al ser depuesto, se sintieron
independientes y coquetean con Guatemala o de una República Centroamericana,
empero, al oír la voz fuerte del Centro, hacen un amañado plebiscito con 2 de
12 partidos, para anexarse.
Se encubre en la historia oficiosa y escribe que los
chiapanecos decidieron votar para federarse y formar definitivamente parte de
México y votaron 96 mil 829 a favor de ser parte de México y 60 mil 400 por
Guatemala y 15 mil 724 se manifestaron neutrales, de 150 pueblos, sin decir que
eran de Ciudad Real (San Cristóbal de las Casas) y Tuxtla Gutiérrez.
Experiencia histórica en el usufructo del poder político que
protege el poder económico y, sobre todo, social, en que pueden varias las
formas más no el fondo. Así, pode decir, cierren las puertas señores que ya
llegó El Jaguar para aparentar la caza de 4 millones 12 mil 280 electores, el 4
por ciento del Padrón Nacional.
En los 200 años del circo electoral, hay una interrupción,
en el año dos mil, en donde la arrogancia del acaudalado ranchero de la costa,
Sammy David David, le lleva a “perder” con falso licenciado Pabla Salazar
Mendiguchia, aunque pagó cara su osadía al entregar el poder gubernamental al
mexiquense Juan José Sabines Guerrero,
nieto del Don Mayor Julio Sabines miembro del Ejército Carrancista en la
Revolución Mexicana.
Habilitado el priista mexiquense como perredista, por Andrés
Manuel López Obrador, se configuró el supuesto bastión, no perredista sino
obradorista, porque “todo” Chiapas votó por el PRD y, supuestamente pierde el
priista tapachulteco en alianza con el Verde, José Antonio Aguilar Bodegas, sin
que apareciera o se recuerde su campaña electoral.
En el proceso posterior, en 2012, aparece como abanderado
del Verde, Manuel Velasco Coello, nieto del desaparecido comiteco Fernando
Coello Pedrero y sobrino político de Manuel Camacho Solís, tan cercanos a López
Obrador, en una amistad de 3 mil 500 millones de pesos en el Tren Transístmico
en que se despojó de infraestructura a Grupo México.
Un discreto opositor que recibe una Notaría Pública en San
Cristóbal las Casas, y afecta la campaña presidencial de la panista Josefina
Vázquez Mota, sin pintas en bardas, carteles o espectaculares. Se pinta el
Estado de Verde pese a las denuncias de irregularidades que, curiosamente,
reconoce la autoridad electoral a mediados de 2018, al final del mandato.
Además, deja en la gubernatura como Moreno, a Rutilio
Escandón Cadenas, del municipio de Venustiano Carranza en donde la leyenda
urbana ubica al Señor de Los Cielos, y es cuñado del Notario de la Mafia, el
tabasqueño Adán Augusto López Hernández, y que sus gacetillas pagadas en prensa
escrita electrónica y digital, le hacía ver a los chiapanecos como superior a Claudia
Sheinbaum Pardo, pese a sus 5 años de campaña desde Palacio.
Son los antecedentes inmediatos a la postulación mediática
del comiteco Eduardo Ramírez Aguilar, el que sabe cumplir órdenes y como verde
acusó a López Obrador de ser un peligro para México y como Senador cumplió sus
ilegales y anticonstitucionales órdenes de despojar a los mexicanos de los
fideicomisos y apoderarse de la ayuda de Senadores de diversos partidos a los
acapulqueños, para abanderar los camiones con Mario Delgado.
El gasto circense pretendió mostrarlo independiente el Amo y
Señor de horca y cuchillo, su hacedor, pues, Manuel Velasco Coello.
Las evidencias emergen y José Fernando González Sánchez,
testaferro de la otrora poderosa cacique del SNTE, la comiteca Eba Esther
Gordillo Morales, a Ramírez Aguilar como candidato del agónico Partido Redes
Sociales Progresistas y hace votos y juramentos de proseguir al lado de la
candidata títere de López Obrador.
¡Pero que creen! Enrique Flamand, presidente de Redes
Sociales Progresistas en el Estado de México, el 4 de marzo del 2024 anuncia su
adhesión a la coalición Fuerza y Corazón por México, de la hidalguense Xóchitl
Gálvez. “Aquí va a empezar clara y aceleradamente el desmoronamiento de Morena
y sus aliados para engrandecer la causa progresista, democrática y libertaria”,
anunció el presidente del PRD, el sonorense Jesús Grijalva Zambrano.
La única certeza es que las 5 familias ya votaron por el
obediente y sumiso comiteco Eduardo Ramírez Aguilar, que alegra los bolsillos
de “periodistas”, “columnistas” y “analistas” y medios escritos, electrónicos y
digitales, muy cercanos a Manuel Velasco Coello, el RBD que dice que la Claudia
es un científica ambientalista por su tesis, llena de plagios de una estufa de
leña y su propuesta obradoriana de comer únicamente arroz, frijol y maíz y,
seguramente, si se detecta que una o varias personas hayan comido carne,
castigarlos con 20 años de cárcel, por quitarles ese bocado a los miembros de
MORENA.
Pero eso es lo que pintan los recursos públicos chiapanecos.
La realidad nacional es que el títere no levanta. Y Chiapas seguirá suspendido
en el tiempo del medioevo, con su casta divina tan reducida y que deben disputar
territorio a los jalisquillos y sinaloenses apapachados por el chiquiador del
corneador de su yerno, que lo baleó frente a Palacio.