jueves, 13 de marzo de 2025

Encontrados ©, Cuento

Arcano literario


Mario Luis Altuzar Suárez
Arcano Radio

Rechazo a la piratería de la IA o de cualquier forma.

…y si juntamos nuestros sueños? Cómo que ya es hora de pasar a la siguiente etapa”. Dice la voz acezante de un joven delgado de metro setenta y con una cola de cabello amarrado, con temblor en el cuerpo sentado frente a la pantalla de la computadora de escritorio. Del otro lado de la pantalla pregunta una atractiva mujer debajo de los 20 años: “¿Estás seguro de lo que propones?”

Enfundados en esos trajes de licra negra que inundaron el mercado en 2016, parecidos a los usados por los buzos, con la diferencia de contar con 20 electrodos perfectamente distribuidos en las partes sensuales de los cuerpos, conectados por una fina película con circuitos eléctricos al mando de una especie de consola manual que se acompaña de unas gafas de tercera dimensión. El equipo conectado a una pila y a la computadora, proyecta la imagen de la contraparte digital en una videoconferencia virtual, perfeccionadas por las aplicaciones fácil de adquirir

¡Y se pueden conseguir en gangas de internet! Unos mil 500 dólares, es decir, 35 mil pesos mexicanos, cerca de mil 700 dólares estadounidenses. No cabe duda: Tan generosos los custodios del gobierno secreto mundial, que permiten servir al amor… claro, el amor virtual, ese que no puede correr el riesgo de reproducir la especie. ¡Somos tantos! Casi llegamos a los ocho mil millones de personas que necesitan comer y servicios básicos. Pero se endulza la venta: “Una forma de evitar contagiarse enfermedades venéreas que amenazan la vida” y la mejor oferta: “Usted puede controlar las sensaciones y su intensidad sin las molestas pastillas con daños colaterales”. En otras palabras: ¡Es el dueño de sí mismo!

Más todo es mente. Y también codificación de ADN. Lo que resulta en necesidades emocionales inexplicables que rompen los Hertz computacionales y se reavivan con los rayos ultravioleta del monitor: ¡El amor! ¿Qué? ¡Sí, esa palabra que ha perfeccionado las relaciones humanas! Sobrevive y se cambia, ajusta, moldea a las exigencias sociales y de consumo del momento. Y esta pareja lo había analizado desde que los conocidos de un grupo buscador de la pareja ideal, para todos aquellos que carecen de tiempo para explorar una relación.

La forma parecería ser tan distinta al clásico “ligue” en la fiesta, en un paseo o cualquier otro lugar. ¡Es lo mismo! Mandarse fotografías para cerciorarse de que es la persona que dice ser, pláticas en el famoso “chat” sobre intrascendencias y pasar a lo más personal que, generará la confianza para las charlas con cámara y micrófono.

Un punto en que se separan los senderos de los aventureros que buscan una relación momentánea y sin compromisos y se citan en algún lugar para ir a un secreto lugar que permita la intimidad. Y el otro segmento que crecieron con los hábitos románticos de conocerse, iniciar un noviazgo con intercambio de sueños sobre su presente pero, sobre todo, de su futuro inmediato para formar una familia, y, pues a lo mejor, el siguiente paso.

Las urgencias pasionales de los escotes y algo más, que se calmaban con ese cine llamado “para adultos”, siguió el apremio de conocer sus cuerpos y que mejor, para respetar el pudor, que esos trajes inventados por los japoneses que viven tan aceleradamente y duermen en “panales” llamados “habitaciones cápsula”, por módicas cuotas. Se sorprendieron de la apertura en el mercado de esos implementos. Las plataformas solamente exigen responder un “rígido” test: “Diga si es mayor de 18 años”.

Pregunta el joven: “¿Y así pasaremos el resto de nuestra vida? ¡Por más higiénico que sea, pues, como que nos aburriremos! La verdad, es que tengo el sueño de tener un hijo para trascender este efímero espacio que llamamos vida”. Se hace un silencio que parece eterno y la mujer dice: “¡Mmmm! No te lo había querido decir, pero yo también tengo un sueño. ¡Quiero tener una hija!” Escucha: “¿Por qué no me lo habías querido decir?” Oye un argumento convincente tercermilenians: “Tenía temor de que te espantara la responsabilidad”.

Silencio. Unos segundos que se sienten muy largos y los pensamientos se encuentran en el espacio y tiempo, para decir al mismo tiempo: “¡Y ni unimos nuestros sueños! Nos complementamos”.

¡Ah, el amor en la Era del Internet es incapaz de borrar la codificación genética!

 

Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, México 13 de marzo del 2025

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