Chiapanecada ©
Celebramos a la Madre
De la Mesa de Redacción
Arcano Radio
Los egipcios la adoraban como Isis, la Gran Diosa Madre de
los faraones, en el 2686 Antes de Nuestra Era. Para los griegos, unos mil
20antes de nuestra Era, la llamaron Rea, la madre de todas las deidades del
Olimpo. Después. 146 años antes de nuestra Era, se sincretizó como la Diosa
Madre Cibeles con los romanos, que, algunos estudiosos unican su antecedente en
Kubaba, la única reina de la Lista Real Sumeria, que estableció un reinado de
100 años, en el período arcaico III (ca. 2500-2330 a. C.) de Sumeria.
Nuestra Madre Reverenciada o Tonantzin, la llaman los
Meshicas. El término "Tonantzin" proviene de “tona” que significa
"madre" y “-tzin”, un sufijo de respeto en nahuatl. Aunque en
realidad, su culto proviene de los Toltecas asentados en Tula, Hidalgo, cerca
del 800 de nuestra Era. Se sincretiza con la Virgen de Guadalupe, según la
tradición católica, en 1531.
Sin embargo, un antecedente directo con los chiapanecos, lo
encontramos en el Popol Vuh (del quiché: Popol Wuj ‘Libro del consejo’), la
Bibllia Quiché, escrita, según los expertos, en 1550 de nuestro tiempo, y
"encontrada" en 1701 y traducida al español por el sacerdote Fray
Francisco Ximénez, cura de la parroquia de Santo Tomas de Chichicastenango,
Guatemala, y bautizada como Popol Vuh por el sacerdote francés Charles Étienne
Brasseur de Bourbourg, en 1861, encontramos a Ixquic o Xkik’, (del quiché: ixkikꞌ ‘la sangre’‘ix-,
prefijo femenino; kikꞌ, sangre’) la diosa madre maya, quien dio a luz siendo
virgen a dos dioses gemelos Hunahpú e Ixbalanqué. Aunque también se menciona a
Alom como una de las primeras pobladoras en el territorio, esta concebía a los
hijos junto a Qaholom quién los engendraba.
Así podemos encontrar muchas referencias que se pierden en
la profunidad de los tiempos. Por lo que no es casualidad que se festeje a la
madre en todo el mundo. Se dice que nació el festejo por allá de 1865 al
organizar en Boston, la poeta y activista Julia Ward Howe, manifestaciones
pacíficas y celebraciones religiosas con la participación de madres de familia
que fueron víctimas de la Guerra de Secesión, esa Guerra Civil entre el Norte y
el Sur, del 12 de abril de 1861 al 26 de mayo de 1865. Con el éxito logrado,
Ann Jarvis, activista de Virginia, inicia sus propias reuniones. Y prosiguen en
los siguientes años. Al morir Jarvis el 12 de mayo de 1905, su hija organiza el
segundo domingo de cada año, el Día de las Madres. Se dio reconocimiento
oficial del Día de la Madre en 1914, con la firma del presidente Woodrow
Wilson.
En México, se atribuye el festejo del Día de las Madres como
una iniciativa en 1922 de Rafael Alducin Bedoya, director del periódico
Excélsior, que fundó el 18 de marzo de 1918 con recursos proporcionados por
Álvaro Obregón. Sin embargo, un trabajador de talleres le expuso la idea que
explotó con su amigo oaxaqueño José Vasconcelos Calderón, secretario de
Educación por ser un festejo que se opone directamente a las ideas de educación
y liberación de las mujeres que se discutían en Yucatán. Se respaldó la
propuesta en colaboración con la Cruz Roja y la iglesia católica mexicana y el
respaldo del Papa Pio XI.
El 10 de mayo de 1949, en la presidencia de Miguel Alemán Valdés y la regecia de Fernando Casas Alemán, se colocó en la hoy Alcaldía Cuauhtémoc, entre las calles de Villalongin y Sullivan, el Monumento a la Madre en el Jardín del Arte en la Ciudad de México, del escultor Luis Ortiz Monasterio, en colaboración con el arquitecto José Villagrán García.
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