sábado, 1 de noviembre de 2025

La Aparecida, prosa poética

 Arcano Poético


Mario Luis Altuzar Suárez
Arcano Radio

Recibo con alegría, del Grupo Nossa Essencia, el Certificado en mi seudónimo de "Merlín Mago López Pérez" en mi participación en el evento: Leyendas Urbanas, con mí poema La aparecida en el género de Prosa poética,

Nota: Del poemario La Hora de los Muertos de Mario Luis Altuzar Suárez, es el Juicio Divino post Guerra Nuclear, y el poema Cuarto del capítulo Cuarto Sol, recoge la tradición de La Llorona como testigo en el Juicio Estelar que preside el Juez No Nato: Cuentan que el espíritu de una indígena que se había enamorado de un noble español, vestida de blanco, deambula por las noches cerca de ríos y cuerpos de agua, lamentándose y gritando por sus hijos que ahogó en un río. Este lamento, "¡Ay, mis hijos!". Se trata de cri,imalizar a la diosa mexica Cihuacóatl.


La Aparecida

Mario Luis Altuzar Suárez

Rasgó al silencio

Apareció el vacío

Abortó a la obscuridad

Gritó su parto

"A donnndeeeee

estará mis hijos"

La fragilidad cañera

Abrió su pertilidad

Blanca mazorca blanca

Maíz enraizado

Conciencia dormida

Reverberante

Siglo trás sieglo

Arena de caracol taciturno

Explosión matinal

Del Universo

Cansada de militar

Esa nostalgia materna

Llenó al tiempo

Con líquido salado

Dador de vida

Barro y agua

Caña y maíz

Dolor y canto

"A donnndeeee

Estará mis hijos"

Desgarró a los oídores

Sacrificados y redimidos

Dieron paso al sentimiento

Estaba cerca la Madre

El Destunicado

Tapó su recuerdo

Se acurrucó

Apretaba los párpados

Desconcertado

Tembló la quijada

Hora del encuentro

Locura encubridora

Escapista

in escape

La hora de los muertis

Pináculo de Tonantzin


Português

Nota: Do livro de poemas La Hora de los Muertos (Juízo Divino pós-Guerra Nuclear), o poema Quarto do capítulo Quarto Sol retoma a tradição de La Llorona como testemunha no Juízo Estelar presidido pelo Juiz Não Nato: Contam que o espírito de uma indígena que se apaixonou por um nobre espanhol, vestida de branco, vagueia à noite perto de rios e corpos d'água, lamentando-se e gritando por seus filhos que afogou em um rio. Este lamento, “Ay, meus filhos!”. Trata-se de criminalizar a deusa mexica Cihuacóatl.


A Aparecida

Mario Luis Altuzar Suárez

Rasgou o silêncio

Apareceu o vazio

Abortou a escuridão

Gritou seu parto

“Onde

estão meus filhos?”

A fragilidade da cana

Abriu sua fertilidade

Espiga branca, branca

Milho enraizado

Consciência adormecida

Reverberante

Século após século

Areia de caracol taciturno

Explosão matinal

Do Universo

Cansada de militar

Essa nostalgia materna

Encheu o tempo

Com líquido salgado

Doador de vida

Barro e água

Cana e milho

Dor e canto

“Onde

Estão meus filhos?”

Rasgou os ouvidos

Sacrificados e redimidos

Deram lugar ao sentimento

A Mãe estava perto

O Despojado

Cobriu sua lembrança

Encolheu-se

Apertou as pálpebras

Desconcertado

A mandíbula tremeu

Hora do encontro

Loucura encobridora

Fugitiva

Em fuga

A hora dos mortos

Pínbolo de Tonantzin


Tyxtla Gutiérrez, Chiapas, México, 31 de outubro de 2025

No hay comentarios:

Publicar un comentario