Adviento ©, Cuento

Arcano Literario

Mario Luis Altuzar Suárez

¡Feliz años a familiares, amigos, conocidos, enemigos y adversarios!

Este año que empieza voy a cambiar de vida. Voy a botar el adoctrinamiento de la miseria y la carencia en donde se incuba la envidia que conduce a la ambición, a la avaricia ¡a un Estado Quieto!, porque… al ocuparse en mirar lo que hacen y evolucionan los otros, oculta la Luz en lo profundo de la mazmorra de la pasiva inactividad, la madre de todas las limitantes con sus frustraciones lacerantes del ¿Por qué no a mí? ¿Por qué al ser sin mérito?

Hace temblar esa filosofía depredadora del “yo merezco” en lugar de decir: “Lo tengo por mérito”… ¡Brrrr!, ¡Qué frío tan intenso! Sin poder codificar el origen. ¿Interior, muy dentro del Ser? ¿Externo, por el apocalíptico  cambio climático? ¡Otra vez! Buscando culpables sin atinar a la respuesta inmediata, esa que nace, crece y se perfecciona en el sistema eléctrico neuronal. ¿Empero, qué hacer? ¡Así es el adoctrinamiento de que la carencia, el dolor, el sufrimiento, es causado por otros! Nos resignan a dejar hacer, dejar pasar en espera de un golpe de suerte, de ese milagro que nos entregue poder, dinero, fama y derroche.

¡Ah! ¡Qué educación tan falsa! En su hipocresía de doble moral en la exaltación de los vicios. Por eso digo, en la víspera del adviento: Este año que empieza voy a cambiar de vida, al recodificar la Forma de Pensamiento por la Doctrina de la Abundancia. Ver la inmensa riqueza que poseo. Empiezo por darle el justo valor a lo invisible: Un cuerpo con todos sus órganos y los cinco sentidos abiertos a la percepción del valioso aire con su oxígeno y su fuego renovador al infinito de la naturaleza.

¡Cómo me enriquecen los seres que me acompañan: Familiares, amigos y conocidos! Y también a quienes se sienten mis enemigos y adversarios porque… ¡sí, es cierto!: Todos son mis maestros y aportan su Enseñanza: El bálsamo amoroso de la familia, el amigable amor incondicional, el servicio dado y recibido de los conocidos, el distinguir y protegerse de la mala entraña disfrazada del que se declara adversario o de la ferocidad sanguinaria de la traición del “amigo” cuando se descubre como enemigo. ¡Y aprendemos para continuar por el sinuoso camino!

El tiempo, invención humana, lo desechamos al buscar y encontrar el propio ritmo en la armonía de trabajar para vivir y renuncia a la fría cadena de vivir para trabajar. Reencontramos el gran valor como una parte esencial en el Equilibrio del Universo y reconocernos en el respeto a la Igualdad con nuestros iguales, fauna y flora de la residencia temporal del cuerpo.

¡Oh, Dios! Me has dado una vida para disfrutar de todo en la paz y fraternal convivencia en la tierra. Y si bien, hay signos de oscuridad, nada pueden ante la Luz que me diste, para iluminar el entorno al regenerar mi responsabilidad divina. ¡Todo cambio empieza en uno mismo! Y me reconozco en ti, Padre, al cambiar de vida con el año que empieza.

 Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, México, 29 de diciembre de 2022