Arcano Literario
Por Mario Luis Altuzar Suárez
…encerrado en el soliloquio de la fría oscuridad solitaria, me
encuentro sin escapatoria y… consumido en la hoguera de mi ansiedad ardiente,
desesperada, ¡una hoguera aliemntada por mis recuerdos dolorosos!... que consumen
mis desgarradas entrañas, ocultas, escondidas, blindadas con la armadura la luz
de mi sonrisa que se carcajea del mundo, porque… ¡oh, Dios!, condición de la
maldad humana, que, de ver desecho, quemado el fiambre dantesco de mi interior,
esos herejes profanos, sin dudarlo, ¡devastarían mi Sanctum Sanctorum. para
deglutir mis vísceras lastimadas! Disfrutar el banquete del fiambre de mis
despojos.
Y en la profundidad de este precipicio que parece infinito,
me mantengo de pie, adolorido pero decidido a recoger cada pedazo de mi dignidad,
¡pegarlos! Hasta que sean uno solo, aunque sea remendado porque he logrado reconstruirme,
renacer con el Sol Invicto, y con las cicatrices de la experiencia recibida de
todos y cada una de sus acciones, de los traidores, de los trepadores, de los
engañadores, de los explotadores, de… toda esa fauna depredadora que, al querer
destruirme, ¡ja! ¡ja! ¡¡ja! se destruyen así mismos.
Y miro al cielo y exclamo: Perdónalos, Señor, ¡por qué sí
saben lo que hacen! Lo que quieren soslayar, ignorar, desconocer, es que son
responsables de las consecuencias en un destino que ellos, nosotros,
construimos.
Tuxtla Gutiérrez,
Chiapas, México, 8 de diciembre de 2022.
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