Arcano Literario
Mario Luis Altuzar Suárez
Defendamos
nuestra Libertad
-…fiesta! ¡Fiesta! ¡Fiesta! ¡Chicas, vengan! Vamos a
divertirnos un rato”, llama a gritos Caridad, una anciana de sesenta y ocho
años en su metro cincuenta y cinco de su delgado cuerpo, cubierta la cabeza de
cabellera negra por el milagroso aguacate, con un pañuelo blanco, un suéter de
tela delgada, vieja y raída, con un vestido que alguna vez fue blanco con vivos
rosas.
- “¡Qué escándalo!” asomo una cuarentona regordeta de un
metro setenta, con vestido morado a vivos azulados, cubierto por un mandil y su
mascada águila real mexicana que vieron pasar sus mejores años en la
decoloración que contrasta con la viva sonrisa que proyecta alegría.
Poco a poco se acercan otras dos sexagenarias de bocas
desdentadas y las cuatro se acomodan en una improvisada banca de piedra con
plantas silvestres que nacen en donde es imposible nacer, ejemplo del ADN
terrestre que supera cualquier adversidad en cualquier oquedad del mundo, en
franca e irreverente resistencia a sentencias mortales que causan hilaridad en
los condenados.
Observan a la convocante con su tesoro: ¡Una laptop
descontinuada! Aunque no tanto si se considera que el primer ordenador de 11
kilos con pantalla de cinco pulgadas, fue inventada por e británico Adam
Osborne y la lanzó al mercado el 3 de abril de 1981.
La de Caridad es parte del remanente del programa “Un
Portátil para cada Niño” por cien dólares del 2005 en el MIT Media Lab, fundado
en 1985 la Escuela de Arquitectura y Planificación en el Instituto de
Tecnología de Massachusetts en Cambridge.
Allí, en una calle cualquiera de cualquier barrio de casas a
punto de derrumbarse, las tres muchachas; Paloma, Ana María y Concha, miran
sorprendidas la destreza de su amiga en el manejo de uno del millón 600 mil
ordenadores, de escritorio y laptop, que existen en la segunda década del
Tercer Milenio en una isla caribeña que se paralizó en el tiempo de los
sesenta, cuando les robaron la esperanza y el libre albedrío.
-“¡Qué bárbara! ¿De dónde sacaste los mil dólares para pagar
al partido y al gobierno los derechos de importación? ¿No me digas que te quedaste
sin comer cinco meses el arroz, frijol y garbanzo de la tarjeta de
racionamiento por quinientos dólares mensuales?”
La interrumpe:
- “¿Cómo crees? No porque estoy tan flaca creas que destiné
la comida de la tarjeta a este lujo, que merecemos más, pero hay que
conformarse. ¡No! La acabo de recibir y decidí compartir mi regalo de Elizabeth…
- “¿La compañera del Ministerio de Cultura que la enviaron a
México?”, interrumpe Ana María. Escucha:
- ¡Sí, ella! La Virgen de la Caridad del Cobre la proteja
siempre. Ya me había dicho en su visita de hace seis meses, que me tocaría en
esta repartición. ¡No sé cómo le hace! Reúne estos equipos que deben ser viejos
para que no cobren los impuestos…
- “¿Y cómo se pagará el internet? ¡Es muy caro y malo! Sin
descontar que está muy vigilado”, inquiere María Elena.
- “Me dio una tarjeta en donde amigos o familiares en
Estados Unidos pueden comprar tiempo o datos, como dicen ellos. No hay de
otra”, aspira profundamente en gesto de resignación y añade: “¡Bueno, bueno!
Nada de cosas que entristezcan este gran momento de alegría. ¡Fuera el
analfabetismo digiral! ¿Buscamos chicos? A lo mejor encontramos uno que nos
saque de este infierno…”
Y comparten las cuatro chicas un momento de esperanza,
recuperado por una descontinuada Laptop que, deben cuidar al máximo, porque
allí, en el aire caribeño no existen refacciones ni dinero para adquirirlas ni…
Tuxtla
Gutiérrez, Chiapas, México, 19 de febrero de 2024.
Vocabulario
Laptop: De las palabras en inglés lap (regazo) y top (de “on top of”, “encima de”), que significa “encima del regazo”.
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