Arcano literario
Por Mario Luis Altuzar Suárez
---ahí andaba por la calle, bailando, la flor en el ojal y
el sombrero de paja en armonía con el traje blanco de tergal y del cinturón
imitación víbora le colgaba una cadena con un aro lleno de llaves celosamente
guardadas en la bolsa derecha, y los calcetines blancos combinan con la
vestimenta y esos zapatos bicolor de charol. ¡Ah, qué bien se siente con la
figura de todo un dandy! Tan refinado en su gusto tan particular en su
atracción de las féminas.
En ese refinamiento enriquecido con los avances tecnológicos
de cerca de doscientos años, desparrama admiración en los transeúntes de la vía
céntrica que pertenece a una zona histórica, convertida en peatonal para
facilitar la explotación de vendedores ambulantes contratados por políticos del
momento.
Se esfuerza en generar un tufillo inglés con lujosas y caras
lociones de importación, con la intensión de que las volátiles feromonas
cumplan su función y aumente el número de conquistas sin aceptar que la severa
crisis económica transformada en crisis moral de la sociedad, el atractivo
principal ¡es el dinero y poder, investido por su papá!
Y es hay diferencia muy profunda entre ser y sentirse un
personajazo como la del actor dominicano Andrés García en su interpretación en
1985 de la película de Pedro Navajas, basada en la composición en 1978 del
panameño Rubén Blades en coautoría con el puertorriqueño Willie Colón, que
retomaron la versión en 1956 de Mack The Knife en 1928, de los alemanes Kurt
Julian Weill con letra de Eugen Berthold Friedrich Brecht y popularizada en
Estados Unidos en 1930 por Louis Amstromg, sobre la historia de un conocido
criminal londinés Jack Sheppard del siglo XVIII el escapista.
Además, el que se siente sin ser, mezcla caprichosamente al
protagonista criminal con elementos del Pachuco originario de la contracultura
de la frontera Norte en 1930 y generalizado por el grupo de rock La Maldita
Vecindad en 1991 como tributo al juarense Germán Valdés “Tin Tan”.
Hay razón: Es difícil forrar un cuerpecito de tinaco por su
forma obesa, llegado a este mundo en 1981, para lucirlo como todo un Latin
Lover capaz de ser mantenido por la modelo Carolyn Adams que contrata de
esposa, bajo sospecha de robar la identidad de la bailarina neoyorquina de 79
años, y justificar una sorprendente y acelerada riqueza en menos de dos años y
lo mejor: ¡Sin trabajar!
Se cruza en la Puerta Mariana del Palacio Nacional, con el
colimense encargado del partido de su papá, que apenas puede caminar por las
maletas llenas de dinero en efectivo que depositará con el banquero oficial
para su transferencia a Islas Caimán. Rápido saludo a señas prosigue al
departamento palaciego paterno. Más que cuidar su herencia en la Silla
presidencial, debe apurarse porque el contrato petrolero debe entregarlo por la
tarde en su millonaria residencia Houston. Escucha la voz paterna en esa
mañanera:
“Ya vamos a pasar de la fase de la austeridad republicana a
una fase superior que es la de la pobreza franciscana, porque tengo reunión
mañana con el gabinete y vamos a llevar a cabo medidas de austeridad
adicionales”.
Una mano anónima enciende el equipo de sonido en el corazón
de la República y a todo volumen, se escucha: Por la esquina del viejo barrio
lo vi pasar/ con el tumbao que tienen los guapos al caminar;/ las manos siempre
en los bolsillos de su gabán/ pa' que no sepan en cuál de ellas lleva el
puñal”.
Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, México, 20 de octubre de 2022.
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