Arcano Político
Mario Luis Altuzar Suárez
Si Kafka hubiese nacido en México,
hubiese sido un escritor costumbrista, probablemente desconocido.
Y más en este sexenio de
oscuridad en que reina la mentira y el engaño por hombres y mujeres del
narcopoder, arrinconados en la profundidad de sus miedos al saber que son
responsables de etnocidio de millón y medio de mexicanos, ecocidio por cerca de
8 millones de árboles, robo de 40 billones de pesos y hacer de la incuantificable
corrupción, su particular estilo de hacer la política.
Un proyecto perversamente
preparado en el engaño doctrinario de una jauría de 20 millones de sicarios
digitales, perfectamente organizados por la viuda de Monsi y su sobrina, sin
descontar los medios y el asalto del sistema de radio, televisión y
cinematografía por resentidos sociales que se habían atrincherado en La
Jornada, el medio de los mil millones de pesos anuales en pautas publicitarias que
recibe la comadre de López, Carmen Lira.
Y compran lealtades de 150
millones de pesos del narco telenovelero Pig Ibarra.
El maximista con autoridad moral
por encima de la Ley y el Tiempo, apunta su linchamiento hacia Norma Piña para
apoderarse de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y poder encarcelar sin
la mínima defensa a Xóchitl. Salvarse así, el nieto de español, de la cárcel
por pisotear a los mexicanos y a la Constitución.
Pero, sobre todo, evitar la
investigación ecuatoriana de su participación en el magnicidio de
Villavicencio, candidato presidencial, y su vinculación por parte del Departamento
de Estado de los Estados Unidos, al Cartel de los Soles con Diaz Canel, Daniel
Ortega, Nicolás Maduro y Evo Morales.
Dicho de otra forma: Los
delincuentes acusando al Poder Judicial y a la opositora, mientras distrae
sobre su negativa del robo de 40 mil millones de pesos de las Afores que
prepara el poblano Ignacio Mier en Diputados, mientras Ricardo Monreal, en el
Senado, deja indefensos a los mexicanos al anular la Ley de Amparo. Así, suma López,
más eslabones a su cadena penal.
Lo dicho, si Kafka hubiese nacido
en México, hubiese pasado desapercibido por ser un escritor costumbrista.
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