Arcano literario
Mario Luis Altuzar Suárez
¡Felicidades Maite
Lacave!
…cuánto dolor puede soportar un pueblo?”, reflexionó al ver Las
Lanzas, obra pintada en 1635 por el barroco sevillano Diego Velázquez, en la
portada del segundo tomo, Colección de Pintura Extranjera de 216 páginas en Los
grandes maestros del Museo del Prado compilado por el nacido en 1955 en Palma
de Mallorca, Federico Puigdevall.
El nombre original del óleo de Diego Rodríguez de Silva y
Velázque, es: La rendición de Nankín que literalmente significa La Capital del
Sur de China, a unos mil kilómetros al sur de Pekín, la capital desde 1949 por
orden de Mao Zedong, conocido popularmente como Mao Tse-Tung o simplemente Mao,
por su Libro Rojo obligado en los setenta a bachilleres mexicanos, ¡como si fuésemos
sus Guardias Rojos, los obligados lectores!
Aunque destacan canciones adoctrinadoras, como “Navegar los
mares depende del timonel” escrita por Wang Shuangyin en 1964 y… ¡que parece
clonarse en el Culto a la Personalidad en la oscuridad del segundo decenio del
tercer milenio: “Navegar los mares depende del timonel,/ la vida y el
crecimiento dependen del sol./ La lluvia nutre los cultivos,/ Hacer la
revolución depende de Mao Zedong”.
Los fanáticos enceguecidos cambiarían el nombre por el de su
falso mesías y su doctrina de destrucción de la democracia y esclavización militar
y narcosicarios de los civiles. Aunque los jugadores en Las Vegas y turistas en
Europa nos quieren convencer de esos logros iguales a los de los falsarios del
socialismo: Maduro, Díaz Canel, Ortega.
¡Ah, el tiempo suspendido en nuestra desmemoria! En 1522
entregamos oro, a mujeres y niños, tierras y libertad al someternos por la
división de los hermanos mayores que recibieron espejitos y unas cuantas piedras
de cristal, como las ocho que rítmicamente chocan al contraer y extender los
dedos de mi mano derecha.
Más, nada es de generación espontánea y se cultivó esa roja
manzana de la discordia, según el Génesis de la Biblia, ¡en el Paraíso!, con el
Pecado Original y, perfeccionada, se ofrece al desembarcar los conquistadores en
las naves del adelantado Miguel López de Legazpi, en la isla de Cebú, por allá
de 1565 en que se abrió en Asia oriental la Monarquía Hispánica en Asia
oriental.
Signado su Destino con el dolor. La casa del Hombre de
Nankín u Homo erectus nankinensis de hace 650 mil años, y a partir del 495
antes de nuestra era, sede de seis dinastías que amparaba a intelectuales y
alimentadores del Espíritu que inspiraron en este puerto en el delta del río
Yangtsé, la reunificación China.
Nada es para siempre. La ambición y avaricia británica como
si escondiese en una lujosa caja de bombones, fue puesta en la zanahoria que les
conduce a tres años de la Guerra del Opio que somete a los chinos en 1842 a
vender barato materias primas y comprar muy caras las manufacturas. A toda acción
corresponde una reacción y, surge el movimiento revolucionario del Reino
Celestial de los Taiping desde 1853 hasta 1864 y… ¡devasta hasta casi
desparecer a Nankín.
Los daños estructurales pierden importancia ante la masacre
de 300 mil nanjinenses de los japoneses invasores entre 1937 y 1938, sin lograr
extirpar su espíritu libertario y pervive en este mismo momento Sun Yat-sen,
fundador del partido nacionalista Kuomintang y presidente tres meses de la
República de China en 1912, cimiento de Taiwán en 1945, que según el empresario
del Sur, Anson Luo: “Sin Sun Yat-sen, China habría seguido evolucionando en la
oscuridad durante años”.
- “Y el dolor de un pueblo persiste mientras otros, los
mexicanos, nos alistamos a entrar de lleno a esa vorágine de ambición y
avaricia”, me interrumpen:
- “¿Qué dices? ¿A que dolor te refieres?” Y le respondo a mi
mujer:
- “Nada, nada. No te preocupes. Pensaba en voz alta. ¿Estás
lista? ¡Las urnas nos esperan! Ojalá y pueda revertiese ese angustioso Destino
Manifiesto”. Y aspiramos esperanza al salir de la casa con la firmeza del
colibrí que sorbía agua del lago y volaba sobre el gran incendio del boque para…
¡hacer su parte en el intento de salvar su casa!
Tuxtla Gutiérrez,
Chiapas, México, 11 de abril de 2024.
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