Arcano de Opinión
Con-Ciencia Política
Politólogo para Arcano Radio
El fenómeno natural Otis que paso de ser una tormenta tropical a huracán categoría 5 en tan pocas horas, no sólo arrasó con todo lo que encontró a su paso en la costa de Guerrero y en especial en el puerto de Acapulco; sino que desnudó al México que hoy tenemos.
Despojó a la población guerrerense dejándoles
con lo único que pudieron cuidar ante su furia, su propia vida. Se llevó el
techo de sus casas, sus muebles, sus negocios y todo aquello que formaba parte
de su único patrimonio; lo perdieron todo.
Reveló, que las necesidades generadas por
la pobreza son tan grandes que la rapiña ya es parte de una costumbre ante las
desgracias y los accidentes.
Nos mostró que quien manda en Guerrero, no
es la extraviada gobernadora Evelyn Salgado ni la alcaldesa Abelina López quien
al robo le llamó cohesión social; sino los grupos de la delincuencia organizada
que tienen secuestrado al estado y a sus ciudadanos, que ante el caos y la
necesidad hoy trafican con todo tipo de ayuda, asaltan en las carreteras y
siguen extorsionando con el pago de piso a taxistas y comerciantes.
Evidenció a unas fuerzas armadas que en
lugar de movilizarse estratégicamente para ayudar a los ciudadanos, prefirieron
atender a quien hoy les ha llenado las bolsas de dinero con obras, presupuestos
y cargos administrativos, batiéndolos del mismo lodo en el que se atascó en su
teatral visita a la zona del desastre.
Desnudó a un presidente y su gobierno, que
por su incapacidad, mezquindad, indolencia, e ineficacia institucional no supo
prevenir ni ha sabido actuar para atender con prontitud una catástrofe de tales
magnitudes. Con una mayoría en el Congreso de la Unión que ante plena
desgracia, prioriza recursos en el Presupuesto de Egresos de la Federación para
una endeudada Pemex, recorta presupuesto a los organismos autónomos, sobre todo
aquellos que habrán de garantizar imparcialidad y transparencia en las próximas
elecciones, prefiriendo fortalecer los programas sociales como parte de una
estrategia electoral, sin contemplar seriamente dinero para la reconstrucción
de Acapulco y recuperar las comunidades más afectadas de Guerrero.
Sin embargo, también nos mostró, que el
pueblo de México es grande por su generosidad entre sus hermanos; Otis hizo que
los ciudadanos se organizaran y movilizaran incluso más rápido que el propio
Estado, para brindar auxilio a las familias en desgracia a través de la Cruz
Roja, porque tristemente la ayuda ciudadana independiente fue bloqueada por las
propias autoridades militares donde se dieron denuncias de decomiso y abuso de
autoridad.
Sin duda Otis nos está dejando una gran lección al desnudar al tipo de país que hoy tenemos. Los grandes problemas incluyendo las desgracias, nos deben llevar a la reflexión profunda para ser resilientes. El próximo año tendremos elecciones y será una nueva oportunidad para incidir en la construcción del país que realmente queremos y nos merecemos.
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