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Costosa
soledad. Así transcurren los días de la investida presidencial. Bajo las
órdenes del palencano. ¿Víctima? De su propio engaño. ¡Tan solitaria en la sala
de espera! Alza la mano para saludar al vacío que la ignora. Ni la ven los
pasajeros del avión. Busca reuniones de Estado en los pasillos del Museo de
Arte Moderno de Río de Janeiro, Brasil.
Reducida
la investidura presidencial a la condición de un aficionado deportivo con el
sueño de una foto con su ídolo. Narrativa del espejismo. “Fructífera reunión
con Biden”, a 63 días de que entregue el abogado de 82 años, la presidencia al magnate
republicano Donald Trump, que, a sus 78 años, prepara deportaciones masivas de
mexicanos.
En el
encuentro casual con el ingeniero químico Xi Jinping, de 71 años, le agradece
su apoyo con enseres domésticos que jamás vieron los acapulqueños damnificados
por el huracán John la tarde del 23 de septiembre del 2024, igual que las
víctimas del terremoto a las 13:14 horas del 19 de septiembre de 2017. ¡Ah!
Quiere avanzar en la cooperación.
La
plenaria de la Cumbre del Grupo de los 20, en realidad 19 países más el
representante europeo y africano, la “científica” de estufas de leña con tesis
plagiada, tiene problema para ¡encender el micrófono! Descubre el hilo negro: “La
propuesta es dejar de sembrar guerras, sembremos paz y sembremos vida”.
Una
propuesta paradójica: “Internacionalizar” el Programa de Sembradores de Muerte,
conocido eufemísticamente como “Sembrando Vida”, en el Cuerno de la Abundancia convertido
en una fosa común desde el 1 de diciembre de 2018, es “limosnear” a las
potencias criticadas y hostigadas, el financiamiento que se diluirá en quién
sabe dónde.
En el
supuesto de que se destinara ese uno por ciento propuesto por el anfitrión de
79 años, Luiz Inácio Lula da Silva, verdadera cabeza del Grupo Puebla, fundado
en la capital poblana el 14 de julio de 2019 sobre los restos del Foro de São
Paulo creado el 1 de julio de 1990, con
la intensión de instaurar el comunismo en Latinoamérica.
Recursos
que, la experiencia reciente mexicana, desaparecen en la execrable corrupción
que, según el evangelio de la economía moral obradorista, impulsa el desarrollo
de un país, y que arrebató a los mexicanos más de 110 programas de apoyo a los
diferentes sectores de la producción, desmanteló el sistema médico asistencial
y en proceso el judicial.
Se
rechaza el imperialismo salvaje del capitalismo y se somete la soberanía,
independencia y autonomía mexicana, al interés superior de la casta dorada
partidista de Cuba para congraciarse con Rusia, ¡abiertamente!, por algo
participaron sus tropas en la celebración del 113 Aniversario del inicio de la
Revolución Mexicana.
Es aquí
en donde se estrella la falsa narrativa de la orgullosa de su apellido lituano,
al proponer dejar de sembrar guerras, en el mismo momento en que el Carnicero
de Kiev, Vladímir Vladímirovich Putin, a sus 72 años amenaza al mundo con el
uso de armas nucleares para consumar su capricho de engullirse a Ucrania.
El que
se retiró con el rango de Teniente Coronel después de 16 años como oficial de
inteligencia exterior de la terrible KGB, antes de iniciar su carrera política
con asesinato de sus propios agentes en el Reino Unidos y otras partes del
mundo, ¿podrá evitar golpear a México, en el caso de su lanzamiento de misiles
atómicos sobre Estados Unidos?
¡Pecata
minuta! El adoctrinamiento recibido con Nicolás Maduro Moro de 1986 a 1987 en la
Escuela de Formación Política y en en la Escuela Superior Ñico López del
Partido Comunista Cubano en La Habana, Cuba, la despersonalizó, en esos ¿cursos?,
de cursos de “filosofía marxista, economía política, historia de América Latina
y de la Revolución Mexicana”.
A 38
años, en Río de Janeiro, sellan su compromiso de “uno para todos y todos para
uno” la activista del CEU Claudia Sheinbaum Pardo, el guerrillero de M-19 Gustavo
Francisco Petro Urrego, el encarcelado 580 días por corrupción en 2016 Luiz
Inácio Lula da Silva y el de ascendencia croata y agitador universitario Gabriel
Boric Font.
Tal
vez, el único momento cómodo de la que se siente mexicana… y, después, regreso
a la inmensa soledad de su realidad palaciega, esa fría construcción creada en
40 000 metros cuadrados en 1522 ¡por los españoles! Los mismos que se sustentan
en acuerdos y tratados bilaterales, para negarse a inclinar la testa de Felipe
VI ante el nieto del de Ampuero, Cantabria.
Y, si
nos dejan, hasta la próxima.
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