Arcano Literario
Mario Luis Altuzar Suárez
Arcano Radio
…enojados?! ¡Lo que le sigue! Parecen estatuas. ¡Sin
moverse! La mirada como chichillo filoso de la pareja sentada en la mesa con
los antebrazos sobre la mesa en donde los puños tamborilean en movimientos
oscilatorios. Las retinas penetran como cuchillo filoso al interlocutor que busca
aligerar el ambiente pesado: “Pero chico, ¿cuál es el problema? Te servimos las
mejores habichuelas que se producen en Cuba. Los exquisitos perros. ¡Y esas
papas!, -y esboza una enorme sonrisa con la frase- ¡Qué cosa más grande,
caballero!”
La pareja británica con sombreros de cartón y la bandera
inglesa, ¡ni parpadea! Los exquisitos desayunos en cinco platos, acompañados de
dos pequeñas tazas de café con leche, sobre un mantel de algodón que cubre las
poco menos de cien mesas de maderas preciosas, “donadas” a la metrópoli por su
colonia mexicana, en un largo salón sin ventanas para que el aire corra
libremente y mitigue el calor superior a los treinta grados centígrados en este
lugar, una pequeña isla en el Norte cubano y a 397 kilómetros al Sureste de La
Habana.
El solicito empleado del English Breakfast Club, en Cayo
Santa María, Caibarién, Cuba, se inquieta ante el silencio de los dos cuerpos
de más de ciento veinte kilos en su metro ochenta. En realidad, tiene miedo por
la posición de ataque que podrían iniciar en cualquier momento. Se alegría y
entusiasmo titubea al interrogar: “¿Do you get me? ¿They speak Spanish?” Casi
brinca al escuchar una ronca respuesta del masculino: “¡Sí te entendemos! No
somos retrasados. La razón de la molestia es que nos acaban de avisar el
gerente que se suspendió nuestra visita a Santa Clara, tan mítico en la
ofensiva revolucionaria del Che del 15 de diciembre de 1958 al 1 de enero de
1959”.
Respira más tranquilo el empleado del Club de Desayuno Inglés,
en contraste con el resoplido enfurecido del corpulento huésped quien esperaba
reunir pruebas de las ejecuciones extrajudiciales del coronel Cornelio Rojas,
el comandante Alejandro Garda Olayon y el Jefe militar de la provincia de Las
Villas, Joaquín Casillas y establecer cuantos soldados habían fusilado pese a
que se habían rendido. Información que requería el GCHQ (Government
Communications Headquarters, o Cuartel General de Comunicaciones del Gobierno)
con sede a unos ochenta kilómetros al Noroeste de Londres. ¿Para qué? No
importa ya que las órdenes se cumplen no se discuten.
- “¡Ah, ya entiendo!”, dice el trabajador. Explica que de
último momento se ordenó enclaustrar a los visitantes para impedir la presencia
de curiosos en una importante ceremonia de Reconocimiento y Agradecimiento en
el parque central a la nieta de un agente lituano que organizó al Primer
Partido Comunista de Cuba en 1925 y puso al frente a los cubanos Julio Antonio
Mella McPartland y Carlos Baliño López. El inglés frunce el ceño y pregunta:
- “¿Después de tantos años?” Y escucha:
- “No, chico. El abuelo fue enviado por la Internacional
Comunista que, desde su fundación en 1919, estableció su objetivo primario: "Un
fantasma recorre Europa: el fantasma del comunismo", y que amplió su
presencia clandestina hacia el Caribe. Pero la nieta sometió a su país a la
obediencia de Cuba como representante del renacimiento ruso para cumplir la
promesa de unir a todos los obreros del mundo bajo el manto de la doctrina
comunista. Y se recibe petróleo, dinero, alimentos y, sobre todo, la
solidaridad político-diplomático en organismos internacionales. A eso responde
el agradecimiento”.
La información parece tranquilizar al agente británico y
guiña el ojo derecho a su mujer para que se levanten de la mesa y se resignen
al confinamiento de disfrutar las aguas cristalinas del Atlántico, aunque… su
labor requiere dedicación cada segundo, cada minuto, cada hora, cada día, cada
semana, cada mes, cada año ¡hasta que la muerte le jubile!
Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, México, 6 de noviembre del 2024.
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