La Gran Farsa ©

Arcano Político

Mario Luis Altuzar Suárez

Arcano Radio

El comunismo no es democrático. ¡Es una dictadura! Del proletariado, pero dictadura al fin, según los doctrinarios milenarios del marxismo leninismo. Y se asomó en la farsa del traspaso de la banda presidencial, ¡sin presidencia! Porque… ¡se escuchaba hermoso al alabar la supuesta obra que legó! Claro, en el eco reverberante femenino, ¡la única diferencia!

Transportan las ondas hertzianas la voz de los sesudos analistas con que excremental quema de incienso, para convencer de las bondades que esperan a los mexicanos en los cien puntos presentados en el Zócalo de la Ciudad de México, el corazón de la República ¡perfectamente amurallado con placas de acero reforzado de dos y medio metros de alto!

Las vallas de los andadores tan iguales de los corredores en que empujan las reses al matadero en el sofisma de “un ingreso controlado” de los militantes del unipartidismo, con los neopretorianos en cinco círculos que, en el lenguaje de la mentira y el engaño iniciado en el secuestro de la Casa del Pueblo, el Palacio Legislativo de San Lázaro, “es para brindar seguridad a la población”. ¿Cuál? ¿La de adentro o la de afuera que es detenida?

Un lenguaje perfectamente preparado ¿por quién? ¡Igualito al del Emperadorcito! La única diferencia es la coloratura de voz y, ¡obviamente!, como buen prestidigitador de la narrativa falsa, la intensidad para sembrar el terror y así, evitar que se cuestione la veracidad del dicho con mentiras, calumnias y difamación que aticen el odio en la separación de clases.

El escenario de 133 ¿indígenas?, que le hicieron a la sonriente mujer de apellido lituano de judíos askenazí y sefardíes, una limpia con yerbas, copal y el sonido de los caracoles, que ni Mel Gibson tuvo en Apocalypto, su película del 2007 en idioma maya.

Aquí, hablaron en perfecto español las mujeres que se ostentaron como las “las legítimas autoridades de los 70 pueblos indígenas”. Lo único indígena parecía la vestimenta, empero, el exceso de colorido y de maquillaje, su lenguaje tan distinto al náhuatl, otomí o cualesquiera otro, parece más bien el escenario de bajo costo de esas de Televisa.

Todo el ambiente para el acto prestidigitador de las verdades a medias, en cien enunciados que, sin embargo, asoman los indicios doctrinarios del comunismo, de ese que usó el agente de la KGB soviética para hacerse de la sucesión, como buitre de rapiña, en el lecho de muerte de Lenin el 3 de abril de 1922.

¡Los repite después de 98 años en que se esclavizó al pueblo soviético! Por ejemplo, menciona un programa habitacional para jóvenes que podrán rentar con posibilidad de compra. Fue discreta y evitó repetir el error de su propaganda inicial de la campaña oficial: Todo ciudadano que tenga una casa, deberá aceptar a un joven designado por el Partido. Y sin chistar, en unos cuantos años, ¡perderá su casa que le “vendieron” como “concesión”!

Otro botón se encuentra en la educación, “un derecho del pueblo” que llevará a reforzar las inexistentes cien universidades Benito Juárez que dijo su titiritero, construyó a lo largo y ancho del país, construir miles de preparatorias y… guardó la otra mitad de la verdad: ¡Desaparecer a las universidades y escuelas privadas!

Y en las inversiones privadas en empresas, se respetarán conforme a la Ley con la seguridad de justicia en la reforma al Poder Judicial y cree que nadie se dio cuenta de la desaparición de la Ley de Amparo que, aunado a la reducción institucional de la Suprema Corte de Justicia a nivel federal a un Tribunal Administrativo, en donde los jueces y ministros será postulados en una terna por la Presidencia y el Legislativo, insaculados e una tómbolo y sin conocer el origen del dinero de las campañas y sin experiencia, los ¡elija el pueblo!

Ya no hablemos de aplastar, por lo menos en la narrativa engañosa, el fracasado Camino al Mar de José López Portillo, con la construcción de puertos en el Pacífico, construir el doble de vías férreas heredas del de la voz en lo oscurito, que ¡las únicas que existen son las despojadas a German Larrea e inaugurados los tramos inconclusos como el “Tren Transístmico”!

Lo que no tiene precio, es la salud. Se ríe, seguramente, al recordar que su Hacedor destruyó el sistema médico asistencial y día con día, durante toda su gestión, ofreció un mejor sistema, incluso que el de Dinamarca y… se cumplía una fecha y otro y otra, hasta que se aventó la gracejada de decir que estábamos por arriba del país escandinavo.

Lo suelta: Construirá clínicas y hospitales con medicamentos gratuitos, y ya encarrilados, becas y pensiones. Elementos que obligan a razonar: Si todo será gratuito y lo dará el gobierno unipartidista, según su perspectiva, es ¿por qué lo necesitamos al haber perdido casa, trabajo y en muchos casos, las remesas de familiares en el extranjero?

Una cubanización al estilo venezolano se ha preparado, no lo dice así pero da los indicios al mencionar que desde meses atrás ha venido trabajando en la fórmula de relocalizar empresas, de profundizar el “humanismo mexicano” y dejar a los mexicanos sin sus derechos humanos, adoctrinarlos en la “nueva escuela mexicana” que rinden culto a la (des)personalidad del que tanto alaba y agradece y reduce a los niños a agentes del Estado.

Recordamos, entonces, que el Comunismo jamás se planteó ser democrático y se postuló como la “Dictadura del Proletariado” reducido por ambiciones y avaricias personales de los Redentores de los pobres, a una Dictadura de la Burocracia sostenida por militares, guardias pretorianos, brigadas urbanas y que en los sesenta, cruzaron la línea del narcotráfico para sus movimientos armados, bajo el sofisma de que el fin justifica los medios.

Y ella, la que se “compromete” a esas cien acciones de gobierno, según Petro, el presidente de Colombia y militante de la Guerrilla Urbana M 19, “fue colaboradora y militante del M-19 en México” desde 1985. Los guerrilleros se presentaban como “socialistas democráticos” así como David Jiménez Sarmiento, líder de la Liga Comunista 23 de septiembre, se presentaba como “Guadalupano” entre los campesinos mexicanos.

¿Será por eso que, mientras se juramentaba como demócrata en el interior del Palacio de San Lázaro, la policía militarizada reprimía y detenía a los manifestantes pacíficos?

Y, si nos dejan, hasta la próxima.

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