Tarareadores ©, Cuento

Arcano Literario

Mario Luis Altuzar Suárez

A la salud de Maite Lacave

…bienvenida! Ya le esperábamos”, escucho una voz con extraño timbre sin precisar el origen, mientras una joven mujer de cabello rubio recogido y sostenido por una cofia blanca, con vestido negro de la oreja al piso y mangas largas rematadas con holanes blancos, destaca el delantal blanco y firme por el almidón, toma con sus manos cubiertas con guantes blancos, mi sombrero, abrigo y paraguas.

Sonriente hace una señal con la mano derecha extendida la palma hacia el cielo y mostrando la dirección oriente, para continuar mis pasos en una gran habitación en penumbra y con figuras fantasmagóricas que se mueven caprichosamente por la luz oscilante de las teas de aceite distribuidas geométricamente en las paredes cóncavas que se yerguen orgullosas del piso de piedra hacia tres cúpulas orientadas al Oriente al Sur y al Norte.

-Ha llegado justo en el preciso momento, ni antes ni después, como lo marcan nuestros viejos usos y costumbres desde la profundidad de los tiempos. ¡Tome una manzana del frutero! ¿Ya vio? Esta sobre una mesa triangular en el centro exacto de esta geometría circular que nos acoge. ¡Es el Sanctum Sanctorum de nuestro entorno! Cómo afuera es adentro. Y lo percibe. Sin importar el que haya o no recibido instrucción alguna… simplemente… porque vibra en la sangre… ¡su sangre! Del ADN al Centro del Universo.

Muerdo la manzana con tal facilidad que me sorprende, al recordar ¡que ya no tengo dientes! Prosigo mi desplazamiento ¡sin rozar el suelo! Y en el clímax del desconcierto, al acostumbrarse la mirada al medio ambiente, abro la boca al descubrirle al fondo en un trono de oro, sentado con un corte inglés en su smoking engalanado con esa corbata roja de moño que parece brillrs sobre la seda de la camisa, todo enmarcado por un maravilloso bombín de franjas azules y blancas, Los largos y relucientes colmillos de marfil protegen como dos enormes columnas a la trompa que ampara a la boca.

Sacudo la cabeza con los párpados de los ojos bien apretados, no para evitar marearme por el violento movimiento sino para confirmar la negación de la percepción de mi circunstancia en ese preciso momento, interpretado como un sueño o pesadilla, según logre despertar antes de una tragedia. Y mi orgullo es herido:

- ¡Ja! ¡Ja! ¡Ja! En los años de mi existencia, me había considerado de mil formas, menos de ¡una pesadilla! Por mi tamaño simbolizaban la Fuerza de la Oración en que se reconecta al Hijo con su Padre, Aunque la mayoría me asociaba a la Gran Iluminación Espiritual de protección, la inteligencia y la buena suerte…

Se interrumpe al levantarse del destellante trono dorado y en un giro rápido queda frente a mí, tan cerca que puedo sentir su respiración y ¡canta!

- ¡Maiteee! ¡Maiteeeee! ¡Maiteeeeeee!/ Todo eees igual a Usted/ Del ma-ra-villoso secreto/ Al Divino Misterio de Luz/ En que la vida eees igual a Usted/ ¡Maiteee! ¡Maiteeeee! ¡Maiteeeeeee!/

Y adquiere la seriedad de un momento religioso:

-Por los Poderes que han investido a este humilde elefante, recipiendario de la “pardelagua de la mar” milagroso para energizar en su renacimiento a las flores y las plantas, conocido en Canarias como Él jardín del Guiniguada y en el mundo, como la Esperanza del Reencuentro Universal en la Conjunción de dos cuerpos, te recibo Maite, la de las raíces mayas: “May” y “Te” y te bautizamos con el nombre de “Fuerte aroma de árbol", al ingresar a Nuestro Número, en la Gran Orden de las Letras Universales.

¡Y viajamos por el Cosmos! Llegamos a la Quinta Esencia. Y fue cuando lo entendí: ¡El poeta es el Dedo de Dios! ¡Ah! ¡Cómo lo ignoramos! Tan cerca y materializado en la costa noroccidental de la isla de Gran Canaria, en el Puerto de Las Nieves dentro del municipio español de Agaete.

Penetré mi cuerpo y abrí los ojos. ¡Que descansado se siente mi cuerpo! Y empecé a tararear: “Maiteee! ¡Maiteeeee! ¡Maiteeeeeee!/ Todo eees igual a Usted/ Del ma-ra-villoso secreto/ Al Divino Misterio de Luz/ En que la vida eees igual a Usted/ ¡Maiteee! ¡Maiteeeee! ¡Maiteeeeeee!/

Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, México, 1 de junio de 2023