Por César ROMERO
Periodista de nuestra asociada RNU
Durante buena parte del siglo pasado imperó la idea de que
quien trabajaba por 30 o 35 años seguidos, de preferencia para el mismo patrón,
a la hora del retiro, además de un bonito reloj de regalo, tendría una
jubilación: el pago de un salario suficiente para el resto de la vida.
Pero para millones de latinoamericanos de entonces y de hoy,
esa idea no ha sido real. Tanto por los reducidos montos que reciben –entre 100
y 400 dólares mensuales, dependiendo del país–, como por el aumento en las
expectativas de vida, la jubilación fue poco más que una mera ilusión.
Rafael Rofman, especialista líder en protección social del
Banco Mundial, explicó en una entrevista con Radio ONU por qué el modelo
tradicional de jubilación nunca funcionó.
El experto se niega a considerar que el envejecimiento de
una sociedad sea algo necesariamente negativo y señala que en ese terreno nada
ocurre de la noche a la mañana.
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