Arcano de opinión
* López obrador supura maldad…
Por Blas A. BUENDÍA *
La sociedad ha creado un ambiente de repudio en contra del presidente de México, que si bien se le ha salido de control la gente pensante al grado que ésta le recuerdan sonoras llamadas al diez de mayo, imputa que Andrés Manuel López Obrador, conformemente ya ni se cree sus propias mentiras y sus idioteces que viene desempeñando en uno de los cargos de mayor responsabilidad para dirigir a todo un país.
“¡Ay hijo de tu puta Madre, ni tú te crees tus mentiras y
pendejadas!”, es la réplica del
descontento social que vive actualmente la nación en manos de un desequilibrado,
que a ciencia cierta, recae en el legado de Napoleón, quien sentenciaba: “Si
el crimen y los delitos crecen, es evidencia que la miseria va en aumento, y
que la sociedad está mal gobernada”.
La clasificación que hace la gente que forma parte de ese
conglomerado sabio, no solo tiene un
afán de llamarle las cosas por su nombre, sino que se va directo a la
yugular en contra de la cofradía del
régimen comunista lopezobradorista. “El partido político de Morena no es partido
político, es un cartel de delincuentes”.
Y añade: “No están en la cárcel, no porque no hayan cometido toda
clase de ilícitos tanto del fuero federal como del civil, sino que el
desasosiego y la impunidad, reinan en todo México”.
Y sentencia: “El capo mayor que se alza como un supuesto transformador,
no es más que un auténtico y legítimo delincuente terrenal que constitucionalmente,
al ganar las elecciones federales del 2018, utilizó el despacho y bunker
llamado Palacio Nacional, como un brazo ejecutor del narcotráfico para América
Latina, y ese sujeto de marras obedece al nombre de Andrés Manuel López Obrador, con
los sobrenombres del KK’s, el Caín de Macuspana, o bien, el émulo gringo sicópata
y narcisista, con tendencias cognitivas zoofílicas”.
Lo que le daña “al señor Presidente” es la crítica de
quienes sí piensan no igual como él, con la mayúscula diferencia que
concluyeron sus estudios profesionales con honoríficas menciones
universitarias, y no como el macuspano –notoriamente frustrado-, que tardó más
de 14 años para “titularse” (¿…?) en la máxima casa de estudios de México, que
sin embargo, pareciera que su paso por la UNAM fue de noche.
Su mentor, el poeta Carlos Pellicer, con sus tendencias
animalistas izquierdosas de llamar a la insurrección social, López aprendió
hacerle mal a la sociedad, primero a través de la coyuntura memitizadora que la
transformó en un ente diabólicamente oclocrátrica. Asimismo, se transformó como
un narcisista, un maquiavélico sociópata que desprecia todo lo que ve a su
alrededor.
Bien lo definen politólogos mexicanos: “Esta
combinación: narcicismo, maquiavelismo y sociopatía, es conocida como la tríada
oscura: lo más cercano que hay a la maldad pura...”
López Obrador, míseramente, también se ha transmutado en
un gravísimo peligro para sí mismo, pero sobre todo para los demás, incluso la
aconseja es: “Lo que usted debe hacer es irse, lo más pronto posible. No está usted
calificado para el puesto en que se encuentra”.
Es elocuente que su complicidad con el Ejército mexicano
y los altos jefes del narcotráfico, uno de ellos, el de Sinaloa, donde la madre
del Chapo le entregó sobornos, chayos y embutes por miles de millones de
dólares para su campaña, ubican a Andrés Manuel López Obrador en la sala del
desprestigio. “Ya no pasará a la historia como el mejor presidente de México, ni como
el constructor de una transformación…”, totalmente nulificada.
“Señor Presidente: váyase pronto. Por su bien y por el de
México”, es el clamor que
millones pregonan ante la víspera de las elecciones intermedias del seis de
junio.
¡Ni un voto para MORENA!
Cuál ha sido el nerviosismo de los rijosos morenistas
que, independientemente a la serie de secuestros que han montado para
“desaparecer” a los candidatos de unidad aliancista PAN-PRI-PRD que conforma la
fuerza “¡Va por México!”, una representante del INE comentó que estas
elecciones del 6 de junio/2021, “serán muy complicadas en el sentido de la logística
por el COVID-19”.
Finca sus esperanzas para que puedan votar alrededor de
30 personas por hora por cada casilla, “o sea nada”, lo que ocasionaría que
como vaya transcurriendo el día, las filas irán creciendo, hasta las 18 horas
que serán cerrados los centros de votación, en pocas palabras, “quien no alcanzó
a votar... ni modo”.
Esto, generaría cambios drásticos en los resultados de
las elecciones, por lo que la propia sociedad recomienda salir a votar temprano,
cuya manifestación es también promovida a nivel Internet, para tener la mejor
penetración necesaria y planificar que la asistencia de votantes sea copiosa.
Reportero Free Lance *
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