martes, 30 de julio de 2024

Entregados ©, Cuento

 Arcano Literario

Mario Luis Altuzar Suárez
Arcano Radio

-...por qué te fuiste? ¡Oh, Dios! ¿Por qué lo permitiste?", exclama el septuagenario con espasmos corporales sincronizados con los gestos faciales endurecidos por el rictus doloroso de las interrogantes sin respuesta. Recibe al edecán militar en la alcoba presidencial y lo jalonea de las solapas del saco en donde se tensan las dos hileras de cuatro botones dorados: "¿Por qué se fue, si aquí le daba todo? Nada escatimé y se fue..."

Retira suavemente, el cadete militar de unos 18 años, las arrugadas y decrépitas manos. Acuna en su pecho, la cabeza senil y se humedece el guante blanco de la mano izquierda con la mezcla de sudor y lárimas, mientras que el brazo derecho pasa por cintura, encima de la bata de seda roja, y lo conduce a la antiquísima cama que, según la leyeda urbana, perteneció a uno de dos estadistas en la historia del país.

Le dice casi en cuchicheo: "Al final, se cumplió el destino que usted, mi señor, le tenía asignado: Allá, en una cárcel lejo de su lugar de nacimiento y de la tierra que lo vio crecer y convertirse en un magnate de una transnacional de las drogas...", le interrumpe abruptamente: "¡No es lo mismo! ¡No! ¡Claro que no es lo mismo!"

Ante la mirada sorprendida del ayudante personal, le toma la cara al mismo tiempo de quitarle el gorro y después de un besos muy alejado del sentimiento paterno, le explica: "Lo importante no es el destino, sino como llega a ese punto". Observa el desconcierto del acompañante, el anciano le explica: "No es lo mismo que la persona viaje a su destino a que lo llevemos nosotros".

Reflexiona el auxiliar y dice: "¿No es cuestión única y exclusiva de semántica? ¿Se  entrega a los entregamos?", y le ataja: "¡Claro que no! Si se entrega por su propia voluntad, domina o controla los términos de la negociación para su beneficio personal y, al contrario, si lo entregamos nosotros, los que ganamos en ese acuerdo, seremos nosotros".

-"¡Ah! Ya empiezo a entender. El antecesor detiene al padre, y retrasa la extradición el tiempo suficiente de la negociación que le deja a usted buenos dividendos personales, familiares y de grupo desde la primera de tres campañas presidenciales, por lo que está al margen del incumplimiento de los tratos en la primera campaña,  aunque se asume el cuidado y protección de la familia y el negocio".

-"Por eso me gustas, por ser inteligente y no solamente músculos bien formados. ¡Tienes mucho futuro!"

-"Lo que no entiendo, es la implicación del hijo que se entregó..."

-"Es que todo se complicó al finalizar mi primer año de gobierno. Con la detención del jefe policiaco de inteligencia federal, se le exprimió toda la información que, según mis propios datos, le permite un futuro promisorio de testigo protegido. Aunque las supuestas pruebas en mi contra, son circunstanciales y fuera del tiempo de mi exitosa gestión presidencial".

Aspira profundamente con la mirada perdida en el gran ventanal palaciego y prosigue: "¡No se puede confiar en nadie! ¿Cómo se enteraron que el hijo y el socio cofundador, eran mis ases de garantía para manejar cómodamente los hilos presidenciales al concluir mi tiempo y regresar después?"

El joven ayudante pregunta, incrédulo: "¿Los iba a entregar? ¡Sí usted recibió todo de ellos!" Y escucha, atónito: "En el juego del poder, todos son prescindibles. Solamente me importo yo para profundizar el proyecto de Nación, que me lleve a la prosperidad, claro que con mi familia, amigos y fieles. Y para evitar cualquier tentación injerencista de los vecinos del Norte, los entregamos con lo que se calma la presión pública a nuestros colegas, y garantizamos una transición pacífica en el control del negocio".

-"¿Y luego, qué pasó?" Inquiere la compañía juvenil, y con atención, escucha: "¡Qué alguien filtró mis planes de seguridad nacional! Desde tres años atrás, ellos, sin consultarme ni pedir permiso, iniciaron las negociaciones de las condiciones para entregarse ¡y dejarme fuera del negocio! Lo peor, ¿sabes qué es? ¡Qué comprometen la seguridad nacional! Porque, seguramente, darán toda la información y, lo más grave, con documentos, de la operación y sus conexiones con mi política de Abrazos no Balazos. ¡Está en riesgo el proyecto de Nación y se despertará el apetito injerencistas allende el Bravo".

El edecán acuna en su regazo la cabeza del septuagenario y con la mano derecha, frotaba la espalda que la siente como fiambre, pese a la seda que carga pequeña cantidad de energía eléctrica, como si quisiera reubicar el incendio mortal que convirtió al país en una fosa pública, allí, en el enjuto cuerpecillo de metro con setenta y tres centímetros del que se siente inmortal en su desafío a la sentencia bíblica: "Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra".

Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, México, 30 de julio del 2024.

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