Arcano Literario
Para Arcano Radio
En el corazón de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, se encuentra una modesta casa de adobe, hogar de Mario, un hombre curtido por el tiempo y la experiencia. En su sala, como trono de un rey olvidado, preside una silla de madera, testigo silencioso de su peculiar historia.
Mario, en su madurez, rememora con nostalgia los tiempos idílicos de su juventud, una época dorada en la que la política era un juego de poder y las canonjías fluían como ríos caudalosos. Acostumbrado a una vida de privilegios, Mario vio con desdén el cambio de los tiempos, el fin de una era donde el poder se concentraba en unos pocos.
Frustrado y desorientado, Mario regresó a su tierra natal, sintiendo que el mundo que conocía se había derrumbado. La ira lo consumía al ver que las nuevas generaciones no comprendían las "glorias" del pasado, ni las "verdades absolutas" en las que él creía.
Sin embargo, en medio de su amargura, Mario encontró un nuevo propósito: el periodismo. Con la pluma como arma, se convirtió en un feroz crítico del sistema, cuestionando todo aquello que no se ajustara a su visión del mundo. Sus artículos, cargados de sarcasmo y nostalgia, resonaban entre los lectores que compartían su descontento.
A pesar de su actitud mordaz, Mario era querido por sus vecinos. Su pasión por la Xochitl, una flor emblemática de Chiapas, lo convertía en un personaje excéntrico y entrañable. Aunque se resistía a aceptar los cambios, Mario encontró una nueva forma de expresarse, una manera de luchar por lo que él consideraba correcto, aunque el mundo ya no lo escuchara como antes.
Desde su silla de madera, Mario observa el mundo con una mezcla de nostalgia y rencor. Su mente, aún aferrada a los fantasmas del pasado, se niega a aceptar la realidad cambiante. Sin embargo, en el fondo de su corazón, sabe que su lucha, aunque quijotesca, le da un sentido a su existencia.
La historia de Mario es un reflejo de una generación que se resiste a la evolución, una oda a la nostalgia y una crítica mordaz a los sistemas que han cambiado. En su silla de poder, Mario sigue siendo un rey sin corona, un guardián de un pasado que se desvanece, una voz que clama en el desierto, buscando ser escuchada en un mundo que ya no la comprende.
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