miércoles, 17 de junio de 2015

Registra la OCDE 85 millones de diabéticos entre sus miembros

De la Mesa de Redacción Rafael Castilleja
De Arcano Político

París, 17 de jun.- Ocurren las muertes de mexicanos relacionadas con  enfermedades cardiovasculares (ECV) que en muchos otros de los 34  miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), se establece en un reciente informe.

El inicio temprano de la diabetes es más frecuente que en ningún otro país (23.8% para personas de 40 a 59 años de edad y 5.9% para personas de 20 a 39 años de edad, las cifras más altas de la OCDE, cuyos promedios son de 8.9% y 1.7%, respectivamente).

El informe: Cardiovascular Disease and Diabetes: Policies for Better Health and Quality of Care (Enfermedades Cardiovasculares y Diabetes: Políticas Públicas para una Mejor Salud y Calidad de la Atención Médica) se sostiene que los avances en la prevención y tratamiento de enfermedades cardiovasculares han generado una baja de 60% en las tasas de mortalidad durante los últimos 50 años en los países de la OCDE.

Puede consultar el caso mexicano haciendo click:

Contrasta el aumento en los niveles de obesidad y diabetes, particularmente entre los jóvenes, que aumenta el índice de muertes por  accidentes cerebrovasculares y ataques cardíacos.

Por ello, las enfermedades cardiovasculares (ECV) son aún la principal causa de muerte en los países de la OCDE, y las tasas de obesidad y diabetes van en aumento. Esto significa que un número mayor de personas correrán el riesgo de contraer ECV: alrededor de 85 millones de personas tienen diabetes en los países de la OCDE, lo cual representa alrededor del 7% de las personas de 20 a 79 años de edad.

Se proyecta que ese número llegue a 108 millones hacia 2030 —un aumento de 27%—, es decir, 23 millones adicionales de pacientes con mayores necesidades de atención médica y un mayor riesgo de sufrir complicaciones. Las tasas de obesidad también van en aumento en la mayoría de los países, y esto afecta a una de cada cinco personas en los países de la OCDE.

La probabilidad de morir por un accidente cerebrovascular o un ataque cardiaco varía mucho: de menos de 200 por cada 100 000 personas en Corea, Francia, Israel y Japón, a más de 500 en los países de Europa Central y del Este, entre ellos la República Eslovaca, Hungría, Estonia y la República Checa.

En el informe se sostiene que muchos países se encuentran aún muy lejos de realizar las reformas en sus sistemas de salud necesarias para prestar los niveles de atención requeridos para mejorar los resultados en las ECV.

Algunas de las recomendaciones contenidas en el informe sugieren que los gobiernos tendrían que:

* Intervenir de manera importante en el fomento de estilos de vida más saludables, con el fin de reducir las tasas de mortalidad por ECV. Las políticas públicas contra el consumo de tabaco han demostrado su eficacia, al igual que las iniciativas para reducir el consumo de sal y combatir la obesidad.

* Garantizar que la atención primaria sea financieramente accesible para todos, y que la brecha entre los cuidados médicos recomendados y los cuidados médicos provistos sea pequeña.

* Mejorar la rendición de cuentas y la transparencia en el desempeño de la atención médica primaria.

* Establecer un marco nacional para mejorar la calidad de atención de casos agudos y fijar normas nacionales para la medición y la mejora continua de los servicios de urgencias y de cuidados médicos, con el fin de optimizar la calidad y reducir las variaciones regionales dentro de los países.


* Asegurar que las reformas incluyan todos los aspectos de los sistemas de salud, desde las políticas y la prevención hasta la atención médica primaria, atención de urgencias, casos críticos y rehabilitación. Tomando en cuenta que la complejidad en el tratamiento de las ECV y diabetes significa que la cadena de cuidados es tan fuerte como su eslabón más débil.

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