De la Mesa de Redacción Rafael Castilleja
De Arcano Político
París, 17 de jun.- Ocurren las muertes de mexicanos relacionadas
con enfermedades cardiovasculares (ECV)
que en muchos otros de los 34 miembros
de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), se
establece en un reciente informe.
El inicio temprano de la diabetes es más frecuente que en
ningún otro país (23.8% para personas de 40 a 59 años de edad y 5.9% para
personas de 20 a 39 años de edad, las cifras más altas de la OCDE, cuyos
promedios son de 8.9% y 1.7%, respectivamente).
El informe: Cardiovascular Disease and Diabetes: Policies
for Better Health and Quality of Care (Enfermedades Cardiovasculares y
Diabetes: Políticas Públicas para una Mejor Salud y Calidad de la Atención
Médica) se sostiene que los avances en la prevención y tratamiento de
enfermedades cardiovasculares han generado una baja de 60% en las tasas de
mortalidad durante los últimos 50 años en los países de la OCDE.
Puede consultar el caso mexicano haciendo click:
Contrasta el aumento en los niveles de obesidad y diabetes,
particularmente entre los jóvenes, que aumenta el índice de muertes por accidentes cerebrovasculares y ataques
cardíacos.
Por ello, las enfermedades cardiovasculares (ECV) son aún la
principal causa de muerte en los países de la OCDE, y las tasas de obesidad y
diabetes van en aumento. Esto significa que un número mayor de personas correrán
el riesgo de contraer ECV: alrededor de 85 millones de personas tienen diabetes
en los países de la OCDE, lo cual representa alrededor del 7% de las personas
de 20 a 79 años de edad.
Se proyecta que ese número llegue a 108 millones hacia 2030
—un aumento de 27%—, es decir, 23 millones adicionales de pacientes con mayores
necesidades de atención médica y un mayor riesgo de sufrir complicaciones. Las
tasas de obesidad también van en aumento en la mayoría de los países, y esto
afecta a una de cada cinco personas en los países de la OCDE.
La probabilidad de morir por un accidente cerebrovascular o
un ataque cardiaco varía mucho: de menos de 200 por cada 100 000 personas en
Corea, Francia, Israel y Japón, a más de 500 en los países de Europa Central y
del Este, entre ellos la República Eslovaca, Hungría, Estonia y la República
Checa.
En el informe se sostiene que muchos países se encuentran
aún muy lejos de realizar las reformas en sus sistemas de salud necesarias para
prestar los niveles de atención requeridos para mejorar los resultados en las
ECV.
Algunas de las recomendaciones contenidas en el informe
sugieren que los gobiernos tendrían que:
* Intervenir de manera importante en el fomento de estilos
de vida más saludables, con el fin de reducir las tasas de mortalidad por ECV.
Las políticas públicas contra el consumo de tabaco han demostrado su eficacia,
al igual que las iniciativas para reducir el consumo de sal y combatir la
obesidad.
* Garantizar que la atención primaria sea financieramente
accesible para todos, y que la brecha entre los cuidados médicos recomendados y
los cuidados médicos provistos sea pequeña.
* Mejorar la rendición de cuentas y la transparencia en el
desempeño de la atención médica primaria.
* Establecer un marco nacional para mejorar la calidad de
atención de casos agudos y fijar normas nacionales para la medición y la mejora
continua de los servicios de urgencias y de cuidados médicos, con el fin de
optimizar la calidad y reducir las variaciones regionales dentro de los países.
* Asegurar que las reformas incluyan todos los aspectos de
los sistemas de salud, desde las políticas y la prevención hasta la atención
médica primaria, atención de urgencias, casos críticos y rehabilitación.
Tomando en cuenta que la complejidad en el tratamiento de las ECV y diabetes
significa que la cadena de cuidados es tan fuerte como su eslabón más débil.
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