martes, 23 de abril de 2019

Ordena AMLO a jauiría de pejechairos ataque a un periódico nacional

Arcano Político



*Acusa al medio de narco cuando el hermano fue encausado por narco


Por Mario Luis ALTUZAR SUÁREZ


Cobarde decreto presidencial ordena a su chayoteada jauría pejechairiana el ataque en lo que considera “benditas redes sociales” para terminar con la vida del periódico Reforma por repetir una nota del sábado 20 de abril, sobre una narcomanta colgada en Celaya, contra el que llaman huachicolero mayor en Palacio Nacional.

El ejército de cinco millones de pejechairos pagados con sobrantes del dinero que está destinado por ley a programas para mujeres, niños, jóvenes, minusválidos y ancianos, y programas cancelados para apoderarse de los recursos, están comandados desde Comunicación Social a cargo del Corazoncito Mayor, Jesús Ramírez Cuevas, encumbrado por su “íntimo” y ya desaparecido Ccarlos Monsivais.

Y el decreto presidencial dado verbalmente cuando la UNESCO celebra con una conferencia sobre libertad de expresión atacada por gobiernos en Sharah, Emiratos Árabes en el Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor en este 2019, para llevar el mensaje de que Reforma es la primera víctima de la dictadura conocida como Transformación de Cuarta.

El mensaje es claro: La dictadura del nieto de un indocumentado español que se hizo poderoso comerciante explotando a indígenas chontales en Tabasco, impedirá que se desnude a nivel nacional el fracaso de las ocurrencias y mentiras que encubren el mayor saqueo de la historia nacional.

Para el fósil de la UNAM durante 14 años que sobresale por traicionar a tres gobernadores que le salvaron de morir de hambre en Tabasco, la libertad de expresión “prudente” es la propaganda realizada por su jauría pejechairiana y sus publicistas disfrazados de periodistas como la hija de un refugiado español Carmen Aristegui, que destaca en la cadena estadounidense CNN al servicio de la CIA.

Bajo el argumento falaz de ejercer su derecho a réplica, el adoctrinado desde 2005 en una agencia “democrática” de Estados Unidos, ordenó verbalmente el ataque contra Reforma en donde sus endemoniados acólitos se lanzan en un cobarde ataque de calumnias y difamaciones que penetran el debilitado cerebro del “pueblo sabio” para intentar legalizar el artero y criminal ataque a los medios de comunicación.

El ataque centrado en calumniar de NarcoReforma, encontramos el antecedente a finales de los 80, cuando fue encausado un agente del ministerio público federal por narco en Palenque, Chiapas. Era el hermano del Sofista del Palacio y curiosamente, allí dice haber heredado una quinta de aproximadamente tres hectáreas con todo y laguna.

Es un indicio de que los argumentos de su ataque a los medios y funcionarios públicos defenestrados, sin poder comprobarlos para encausarlos, son los vicios del Primer Calumniador del País y sus cómplices en su gabinete, poder legislativo y judicial, que sería incontable la cantidad de años cárcel que acumulan en conjunto.

Recordamos el poema del pastor protestante alemán Martin Niemöller (1892-1984), atribuido al genial dramaturgo Bertolt Brecht (Augsburgo, 10 de febrero de 1898 – Berlín, 14 de agosto de 1956) que recitado por primera vez en el sermón que el pastor Niemöller pronunció (1) en la Semana Santa de 1946 en la población de Kaiserlautern (Alemania), y que se tituló “¿Qué hubiera dicho Jesucristo?”

Ellos vinieron, por Martin Niemöller

“Cuando los nazis vinieron a buscar a los comunistas, guardé silencio,
porque yo no era comunista,
Cuando encarcelaron a los socialdemócratas,
guardé silencio,
porque yo no era socialdemócrata
Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas,
no protesté,
porque yo no era sindicalista,
Cuando vinieron a buscar a los judíos,
no pronuncié palabra,
porque yo no era judío,
Cuando finalmente vinieron a buscarme a mi,
no había nadie más que pudiera protestar.”

Nos leemos en http://arcanoradio.blogspot.com/, asociada a RNU y a RFI y afiliada a la Voz de América, otra forma de escuchar para ver el mundo, desde la cabina de transmisión Gilberto Armienta Calderón, a un lado del Cañón del Sumidero en el corazón de la otrora Selva Lacandona, administrada por la ineptocracia rutiliana morena.


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