De la Mesa de Redacción
De nuestra asociada RNU
Vista aréa de Kabul, Afganistán. Foto: UNAMA/Ari Gaitanis |
Más de 10.000 civiles perdieron la vida o fueron heridos en
Afganistán en 2017, revela un nuevo informe de la Misión de Asistencia de la
ONU en ese país (UNAMA).
El reporte anual, hecho en conjunto con la Oficina del Alto
Comisionado de los Derechos Humanos, asegura que la mayoría de las muertes
fueron a causa de ataques suicidas, artefactos explosivos, combates y ataques
aéreos.
“El costo humano de esta horrible guerra en Afganistán– las muertes, la destrucción y el inmenso
sufrimiento – es demasiado alto”, aseguró Tadamichi Yamamoto, el representante
especial del Secretario General en el país, durante el lanzamiento del informe
el Kabul.
La UNAMA documentó 3.438 muertos y 7.015 heridos el año
pasado, para un total de 10.453 víctimas civiles.
El informe recomienda medidas más fuertes para proteger a
los civiles y llama un diálogo entre las partes para terminar el conflicto.
"Tenemos que trabajar en un acuerdo de paz para
terminar el conflicto. Los esfuerzos colectivos deben redoblarse para ponerle
fin”, expresó Yamamoto.
Representantes del gobierno, organizaciones de mujeres, la
Comisión Afgana de Derechos Humanos, la sociedad civil y las instituciones
religiosas actualmente participan en en una serie de eventos apoyados por la
ONU para discutir el impacto de la guerra en los civiles y coinciden en que las
partes del conflicto deben hacer más para respetar a la población.
Varios programas, incluyendo debates de radio y televisión
sobre estas cuestiones, están planeados en diferentes regiones del país. Entre
ellas Herat, Kandahar y Kunduz, las cuales tienen el mayor número de víctimas
civiles.
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