*Las redes sociales, un arma para el tráfico de personas*La temperatura, otro obstáculo para algunas de las vacunas COVID-19*Yemen está en una cuenta regresiva hacia una hambruna catastrófica*La pandemia agrava la situación de las personas apátridas
De la mesa de redacciónDe nuestra asociada RNU
Las redes sociales, un arma para el tráfico de personas
Durante la pandemia del coronavirus han aumentado los casos
de violencia contra las mujeres y las niñas. Agência Brasil/Elza Fiuza
Las redes sociales cada vez se utilizan más para reclutar
mujeres y niñas y hacerlas víctimas de la trata durante la pandemia de COVID19,
denunció este miércoles el Comité de la Eliminación de la Discriminación contra
la Mujer.
Según el Comité, el desarrollo de redes sociales y
aplicaciones de chat para obtener fácil acceso a las víctimas potenciales
durante la actual crisis ha sido alarmante, y los Gobiernos deben adoptar todas
las medidas necesarias para eliminar estos crímenes.
Las expertas en derechos humanos pidieron a las empresas de
mensajería y redes sociales que establezcan controles relevantes para mitigar
el riesgo de exponer a mujeres y niñas a la trata y la explotación sexual.
También exhortaron a estas empresas que utilicen sus macrodatos para
identificar a los traficantes.
Asimismo, pidieron a los gobiernos abordar las causas fundamentales que empujan a las mujeres y las niñas a situaciones vulnerables como la desigualdad de género, los conflictos y las emergencias humanitarias.
La temperatura, otro obstáculo para algunas de las vacunas COVID-19
Compañías farmacéuticas de todo el mundo están
intentando desarrollar una vacuna contra la COVID-19. BioNTech
La Organización Mundial de la Salud advirtió este miércoles
que las vacunas contra el COVID-19 que deben ser almacenadas a temperaturas muy
bajas requerirán una gran “cadena de frío” para poder ser entregadas, una
tecnología que tendrá que ser implementada a lo largo de hospitales y otras
instalaciones.
“Hay algunas vacunas que deben ser almacenadas a
temperaturas entre -60 y -80 grados, que es el caso por ejemplo de la vacuna de
Pfizer. Hay tecnologías que ya tenemos, pero estamos analizando cuidadosamente
otras más. Ya tenemos experiencia por ejemplo con la vacuna del ébola en
algunos países, pero no se trata de algo simple de abordar”, aseguró la experta
en vacunas de la Organización, la doctora Kate O´Brian, durante una conferencia
en redes sociales.
La experta explicó que desarrollar las vacunas es como
construir el campamento base del Everest, y entregarlas, es llegar al pico de
la montaña.
“Todavía tenemos que seguir viendo más datos de los ensayos
clínicos, la seguridad es clave”, afirmó.
Al ser preguntada si las vacunas deberían ser obligatorias
en las escuelas, la doctora informó que por el momento no se está pensando en
evaluar su efectividad en los niños aún, sino que los adultos serán los
primeros en recibirlas.
Yemen está en una cuenta regresiva hacia una hambruna catastrófica
Niña comiendo un suplemento alimenticio a base de
cacahuate en un hospital de Sana´a, Yemen, donde recibe tratamiento contra la
desnutrición.© UNICEF/Mohammed Huwais
Niña comiendo un suplemento alimenticio a base de cacahuate
en un hospital de Sana´a, Yemen, donde recibe tratamiento contra la
desnutrición.
La tarea más urgente en Yemen es prevenir una hambruna
generalizada, advirtió el coordinador de Asuntos Humanitarios de la ONU este
miércoles ante el Consejo de Seguridad.
Mark Lowcock aseguró que el riesgo está creciendo y la
desnutrición nunca ha sido peor, con uno de cuatro niños que padece
desnutrición aguda en algunas partes del país.
Lowcock expresó que palabras como “desnutrición aguda”,
“inseguridad alimentaria” y “mortalidad excesiva” son términos técnicos
neutrales que oscurecen los horrores infligidos por el hambre.
El experto explicó que, sin alimentos, el metabolismo del
cuerpo se ralentiza para preservar la energía de los órganos vitales. Con
hambre y debilidad, las personas a menudo se fatigan, se irritan y se confunden
y el sistema inmunológico pierde fuerza. Entonces, a medida que mueren de
hambre, las personas, especialmente los niños, tienen más probabilidades de
enfermarse y aún quienes logran escapar la enfermedad mueren cuando su cuerpo
comienza a consumir sus propios músculos, incluido el corazón.
“Es una muerte terrible, agonizante y humillante, y es
particularmente cruel en un mundo como el nuestro, donde hay comida más que
suficiente para todos…Los yemenitas no se están muriendo de hambre, los están
matando de hambre”, denunció.
El director del Programa Mundial de Alimentos, David
Beasley, pidió al Consejo de Seguridad, a los donantes y al Gobierno yemení que
no abandonen a las personas que están pasando hambre.
“El año pasado logramos prevenir la hambruna, y este año lo
podemos volver a hacer. Estamos en la cuenta regresiva hacia una catástrofe en
Yemen y si ignoramos lo que está sucediendo, Yemen se verá hundido en una
hambruna devastadora”, advirtió.
Lowcock y Beasley pidieron mayor ayuda financiera para los programas humanitarios, una reducción de los obstáculos en el terreno para entregar alimentos, y un compromiso de las partes para acabar con la guerra y los ataques a civiles.
La pandemia agrava la situación de las personas apátridas
El campo de Kutupalong-Balukhali en Cox's Bazar,
Bangladesh, alberga a más de 600.000 refugiados rohinya apátridas.©
UNICEF/Bashir Sujan
El COVID-19 está empeorando la situación de millones de
personas apátridas en todo el mundo, advirtió el Alto Comisionado de las
Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi.
Con motivo del sexto aniversario de la Campaña de ACNUR
#IBelong (Yo Pertenezco), cuyo objetivo es acabar con la apatridia para el año
2024, Grandi instó a los líderes mundiales
que incluyan y protejan a las poblaciones apátridas.
“La pandemia de COVID-19 ha mostrado más que nunca la
necesidad de inclusión y la urgencia de resolver la apatridia. Una pandemia no
discrimina entre ciudadanos y no ciudadanos. No es del interés de ningún
Estado, sociedad o comunidad que las personas se queden apátridas y vivan al
margen de la sociedad”, explicó Grandi.
Al carecer de importantes derechos legales y a menudo sin
poder acceder a servicios esenciales, muchas personas apátridas son marginadas política
y económicamente, discriminadas y vulnerables a la explotación y el abuso. En
muchos países, estas personas viven en condiciones sanitarias deficientes e
inadecuadas, que pueden aumentar el riesgo de enfermedades.
Según ACNUR, existen unos 4,2 millones de personas apátridas en 76 países. Sin embargo, se cree que el número real sea considerablemente mayor.
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