lunes, 30 de noviembre de 2020

Las breves del mundo

Vendedores ambulantes en México, en medio de la pandemia de coronavirus. ONU Mexico/Alexis Aubin

*La OMS pide seriedad en la respuesta al COVID-19 en México ante una situación “muy preocupante”
*Agencias de la ONU alertan de riesgos de protección en Colombia y Venezuela por la pandemia
*El coronavirus empuja a los más desfavorecidos hacia la esclavitud y la explotación
*“Esto es un desastre”. Centroamérica necesita ayuda internacional
*La lucha contra la malaria se estanca

Por Beatriz BARRAL
Periodista de nuestra asociada RNU

La OMS pide seriedad en la respuesta al COVID-19 en México ante una situación “muy preocupante”. Agencias de la ONU alertan de riesgos,  como el tráfico de personas y la violencia contra niños y mujeres, en Colombia y Venezuela, por la pandemia. Centroamérica necesita ayuda internaiconal para paliar el "destre tras las tormentas. La lucha contra la malaria se estanca.

La OMS pide seriedad en la respuesta al COVID-19 en México ante una situación “muy preocupante”

La Organización Mundial de la Salud considera que el aumento de casos y muertes por COVID-19 en México demuestra que el país está en una situación “mala” que es “muy preocupante” y piden seriedad en la respuesta y a los líderes que sean ejemplares en el uso de mascarillas y otras medidas.

El director de la Organización destacó que desde mediados de octubre los números de muertes y casos semanales se han doblado.

“Cuando ambos indicadores aumentan, es un problema muy serio. Y nos gustaría pedir a México que sea muy serio. No comentamos comportamientos individuales sobre el uso de mascarillas. Pero hemos dicho en general que usar mascarilla es importante, la higiene de manos es importante, mantener la distancia es importante y esperamos que los líderes sean ejemplares. Queremos que los líderes sean un modelo a seguir”, dijo el doctor Tedros Adhanom Gebreyesus.

El director de emergencias de la OMS, Michael Ryan, añadió que, en cualquier país del mundo es fundamental que la comunicación con la sociedad sea “clara, creíble y regular”.

“No importa lo que digan los carteles y las guías, si ese comportamiento no es demostrado por los líderes y personas con influencia, causa confusión, el asunto se politiza y no ayuda a nadie”.

Agencias de la ONU alertan de riesgos de protección en Colombia y Venezuela por la pandemia

Jóvenes víctimas de explotación sexual en Colombia. UNICEF/Donna DeCesare

Un informe de varias agencias de la ONU alerta de que casi 40 millones de personas están en riesgo de “violencia, discriminación y abusos” a medida que el coronavirus causa más problemas sociales.

 “El COVID-19 está provocando una crisis de derechos humanos sin precedentes para los más vulnerables del mundo. Millones de desplazados internos y personas afectadas por conflictos están en peligro o están cayendo por las brechas”, dijo la alta comisionada auxiliar para la Protección de la agencia de la ONU para los refugiados , Gillian Triggs.

En Latinoamérica, el informe destaca los problemas en Colombia y Venezuela.

En Colombia, las llamadas a líneas de violencia doméstica han aumentado un 120%. Además, los niños corren riesgo de ser reclutados por grupos armados y el tráfico de personas es “particularmente preocupante”.

En Venezuela, también se señala el riesgo de tráfico de personas, en especial para las mujeres. Un 48% de ellas viaja sola, lo que las pone en mayor peligro. Los niños venezolanos también corren riesgo de violencia, según el reporte. Además, más de un 50% de las personas mayores en Venezuela no pueden afrontar los costes para medicamentos y han tenido que reducir sus comidas a dos al día, mientras que un 89% han tenido que reducir sus raciones.

Las operaciones de protección en Venezuela han recibido menos de un 10% de los fondos necesarios.

El coronavirus empuja a los más desfavorecidos hacia la esclavitud y la explotación

Las personas con un bajo nivel de educación son las que tienen más probabilidades de volver a trabajar en condiciones de esclavitud laboral, destaca la OIT. OIT

La pandemia de COVID-19 empuja a las personas en los márgenes de la sociedad hacia la esclavitud, el tráfico y la explotación sexual, y los gobiernos tienen que hacer más para protegerlos, aseguran expertos en derechos humanos.

Los trabajadores en países pobres y emergentes se han visto desproporcionadamente afectados por la pandemia. La pérdida de empleo, ingresos y tierras afecta sobre todo a grupos que ya sufrían discriminación, como las mujeres, migrantes, indígenas, personas con discapacidad, minorías, refugiados

Los relatores de la ONU dicen que estos grupos deben estar en el centro de las respuestas de los Estados y las empresas ya que, si no reciben apoyo, corren serios riesgos de caer en redes de tráfico de personas, esclavitud y explotación sexual.

 “Estamos preocupados de que estas prácticas están aumentando en los últimos meses”, dicen y en algunos casos “las víctimas son sometidas a malos tratos, tortura e incluso desaparecen”. 

“Esto es un desastre”. Centroamérica necesita ayuda internacional

Daños causados por los huracanes Eta e Iota en la ciudad guatemalteca de San Pedro Carcha.Emiliano Tux Chub

El director regional del Programa Mundial de Alimentos ha visitado este fin de semana comunidades devastadas por las tormentas Iota y Eta en la región noroeste de Honduras. La agencia sigue brindando ayuda y solicita apoyo internacional para llegar a más personas afectadas.

"Definitivamente esto es un desastre", dijo Miguel Barreto. El Programa Mundial de Alimentos está llevando comida a las comunidades más afectadas en Centroamérica, pero necesitan 22 millones de dólares en apoyo internacional para dar asistencia alimentaria a 600.000 personas afectadas tanto en Honduras como en otros países de Centroamérica y el Caribe.

 “Esto supera la capacidad de cualquier Gobierno nacional” para afrontar esta emergencia.

La lucha contra la malaria se estanca

Más mujeres y niños en África subsahariana se protegen contra la malaria con redes tratadas con insecticida. ©UNICEF/Josh Estey

Más mujeres y niños en África subsahariana se protegen contra la malaria con redes tratadas con insecticida.

La lucha contra la malaria se ha estancado. En 2019, hubo 229 millones de casos, una cifra que se ha mantenido sin cambios en los últimos cuatro años. Además, el paludismo se cobró unas 409.000 vidas, en comparación con las 411.000 muertes de 2018.

Más de un 90% de las muertes se producen en África. Desde el año 2000, el continente ha reducido un 44% la cifra de fallecidos, pero esos avances se han frenado en los últimos años.

El déficit de financiación nacional e internacional representa una amenaza importante para el futuro. En 2019, los fondos dedicados a la lucha contra la malaria  se quedaron 3000 millones de dólares frente a un objetivo global de 5600 millones de dólares.

La Organización Mundial de la Salud ha hecho un llamado para que los países intensifiquen la lucha contra la malaria, una enfermedad prevenible y tratable.

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