En Angola, la sequía afecta a más
de 2,3 millones de personas, incluidos 491.000 niños. © Unicef Angola/Carlos
Louzada
Cambio climático y medioambiente
En América Latina la
disponibilidad de agua por habitante ha disminuido en un 22% en los últimos 20
años, y millones de agricultores se enfrentan a sequías que amenazan sus
cultivos y ponen en riesgo su supervivencia. Una gestión mejorada y más sostenible
del agua a nivel mundial será fundamental para garantizar el acceso de todos a
este preciado líquido.
Los recursos de agua dulce
disponibles por persona han disminuido en más de un 20% en las últimas dos
décadas debido al crecimiento de la población y el desarrollo económico,
exacerbados por el cambio climático, y de no tomar medidas la tendencia
continuará, advirtió este jueves la Organización de las Naciones Unidas para la
Alimentación y la Agricultura.
Según el informe anual más
importante de la agencia El estado de la alimentación y la agricultura en el
mundo más de tres mil millones de personas viven actualmente en áreas agrícolas
con una gran escasez de agua y casi la mitad de ellos, 1200 millones, se
enfrentan a graves limitaciones al respecto.
En América Latina, el agua por
persona ha disminuido un 22%, en el sur de Asia un 27% y en África Subsahariana
hasta un 41%. En esta última región alrededor de 50 millones de personas viven
en áreas donde la sequía severa tiene impactos catastróficos en las tierras de
cultivo y pastizales una vez cada tres años.
Aproximadamente el 11% de las
tierras de cultivo de secano del mundo (aquellas que dependen exclusivamente
del agua de la lluvia y no tienen sistemas de riego), o 128 millones de
hectáreas, enfrentan sequías frecuentes, al igual que alrededor del 14% de las
tierras de pastoreo, o 656 millones de hectáreas.
Mientras tanto, más del 60 %, o
171 millones de hectáreas, de las tierras de cultivo de regadío sufren una gran
escasez de agua. Once países, todos en el norte de África y Asia, enfrentan
ambos desafíos, por lo que es urgente y necesario adoptar una contabilidad de
agua sólida, una asignación clara, tecnologías modernas y cambiar a cultivos
que necesiten menos agua, asegura el informe.
En total, el 20% de los terrenos
agrícolas, unos 300 millones de hectáreas sufren de falta de agua suficiente.
Además, cabe destacar que el
acceso al agua por persona a nivel mundial es desigual, por ejemplo, la
cantidad media de agua dulce por persona en 2017 fue de unos 43.000 metros
cúbicos en Oceanía, mientras que apenas alcanzó los 1000 metros cúbicos en el
norte de África y Asia occidental.
Familias recogen agua de un pozo
facilitado por UNICEF en Etiopía. © UNICEF/Zerihun Sewunet
Un llamado urgente
“Con este informe, la FAO está
enviando un mensaje contundente: la escasez de agua en general y en la
agricultura deben abordarse de manera inmediata y audaz”, enfatiza su director
general, QU Dongyu, en el prólogo del documento.
El informe aboga por una gestión
mejorada del agua, respaldada por una gobernanza eficaz e instituciones sólidas
que garanticen los derechos de todos al preciado líquido.
Los caminos para la acción van
desde la inversión en la recolección y conservación de agua en áreas de secano
hasta la rehabilitación y modernización de sistemas de riego sostenibles en
áreas irrigadas. Estos deben combinarse con las mejores prácticas agronómicas,
como la adopción de variedades de cultivos tolerantes a la sequía y
herramientas mejoradas de gestión del agua, incluidas herramientas eficaces de
asignación y fijación de precios del agua, como derechos y cuotas de agua, para
garantizar un acceso equitativo y sostenible.
Sin embargo, afirma el informe, la
auditoría del agua debe ser el punto de partida de cualquier estrategia de
gestión eficaz.
El sector agrícola representa más
del 70% de las extracciones mundiales de agua, por lo que requiere
especialmente de un uso más productivo y sostenible de este recurso.
La sequía en el norte de Angola ha
dejado familias desesperadas y niños sin educación. © UNICEF Angola/2019/Carlos
César
Las matemáticas del agua
El informe expresa que las
características inherentes al agua dificultan su gestión, pero que esta debe
ser reconocida como un bien económico que tiene un valor y un precio.
Según la FAO, las prácticas
tradicionales que la llevan a ser tratada como un bien gratuito a menudo crean
fallas en el mercado. Un precio que refleja el verdadero valor del agua, por el
contrario, envía una señal clara a los usuarios para que la utilicen de manera
inteligente.
"Los planes de gestión deben
centrarse en los problemas y ser dinámicos", recomienda el documento.
Entre 2010 y 2050, se prevé que
las áreas de regadío cosechadas crezcan en la mayoría de las regiones del mundo
y se dupliquen en África subsahariana, lo que podría beneficiar a cientos de
millones de personas de las zonas rurales.
El informe señala que, en algunos
casos, los sistemas de riego a pequeña escala y dirigidos por los agricultores
pueden ser más eficientes que los proyectos a gran escala.
Este puede ser es un camino
prometedor para el África subsahariana, donde los recursos hídricos
superficiales y subterráneos están comparativamente subdesarrollados y solo el
3% de las tierras de cultivo están equipadas para riego, y donde la expansión
del riego a pequeña escala puede ser rentable y beneficiar a millones de
personas rurales. Sin embargo, muchos factores impiden que esto ocurra, como el
acceso a financiamiento y crédito.
Asimismo, en Asia, la disminución
del riego de superficie financiado por el estado a gran escala ha llevado a los
agricultores a aprovechar directamente las aguas subterráneas, ejerciendo una
presión excesiva sobre el recurso. Para abordar estos problemas, será necesario
invertir en la modernización de los antiguos sistemas de riego, así como en
políticas eficaces, explican los expertos.
Sequía en la zona de Ceará, en
Brasil.
Otros datos clave
- Las extracciones totales de agua
per cápita (que se realizan para el riego) son más altas en Asia central,
alcanzando casi 2000 metros cúbicos por persona en 2017, en comparación con
menos de 130 en África subsahariana
- En los países menos adelantados,
el 74% de la población rural no tiene acceso a agua potable.
- 91 países tienen planes
nacionales para el agua potable rural, pero solo nueve han asignado fondos
suficientes para implementarlos.
- Alrededor del 41% del riego
mundial actual se produce a expensas de los requisitos de flujo ambiental, que
son esenciales para mantener los ecosistemas que brindan funciones de soporte
vital.
- Los biocombustibles requieren de
70 a 400 veces más agua que los combustibles fósiles que reemplazan.
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